El viaje transformador de Michael Kim, el una vez golfista amateur mejor clasificado, es un testimonio del poder de un gran entrenador. La historia de su resurgimiento profesional bajo la guía de Sean Foley, un reputado entrenador conocido por formar íconos del golf como Tiger Woods y Lydia Ko, ofrece profundas perspectivas sobre el papel del entrenamiento en los deportes profesionales.
Kim, quien había estado lidiando con una implacable espiral descendente en su juego, fallando en un asombroso 44 cortes consecutivos, encontró su salvación en el entrenamiento de Foley. La metodología única de Foley, que fusiona tanto los aspectos mentales como técnicos del juego, ha sido el catalizador para el intento de regreso de Kim en el PGA Tour.
En una entrevista reflexiva y reveladora en Dan on Golf con Dan Rapaport, Foley delineó el camino que había pavimentado para que Kim recuperara su gloria perdida. Foley enfatizó que la causa raíz de la lucha de Kim no era meramente técnica, sino inherentemente psicológica, derivada de períodos prolongados de rendimiento inferior. «Michael es una persona excepcional, un gran ser humano, y sabía que lo que lo hizo ser el número 1 en el ranking amateur del mundo aún estaba dentro de él», dijo Foley, destacando la necesidad de un enfoque novedoso para resucitar el juego de Kim.
El problema recurrente de Kim era un slice incontrolable, que a menudo describía como «yips con el driver». Sin embargo, Foley no estaba convencido de que se tratara de una barrera mental. Ideó un régimen de tres meses en el que Kim practicaría hooks de forma repetida, hasta que se convirtiera en una memoria muscular inherente. «Solo lo hice sentarse en el campo de prácticas y literalmente golpear enormes hooks—hook tras hook tras hook», reveló Foley, con el objetivo de sustituir el patrón defectuoso por una acción más precisa y repetible.
Pero el enfoque de entrenamiento de Foley se extendió más allá de los ámbitos técnicos. Ayudó a Kim a cambiar su perspectiva, subrayando que la presión en el golf es relativa y situacional. Para Foley, el entrenamiento se trata tanto de fomentar la mentalidad adecuada como de perfeccionar la mecánica.Un testimonio de este efectivo entrenamiento fue el regreso de Kim al PGA Tour, ahora encarnando un sentido de propósito más fuerte y un juego más consistente. Esta transformación fue puesta a prueba en el Cognizant Classic, donde la actuación de Kim dejó a todos asombrados.
Durante el Cognizant Classic, Kim se encontró con un incidente imprevisto en el hoyo 15 que amplificó la tensión. A pesar de estar a un solo punto del líder con 15 bajo par después de la tercera ronda el 1 de marzo, Kim exhibió un juego excepcional. Sin embargo, el hoyo 15, par-5, en la tercera ronda vio a Kim hacer su primer bogey de la semana. No obstante, Kim avanzó una posición en la clasificación después de una tercera ronda de 67, ocupando el segundo lugar mientras Knapp extendía su ventaja.
Kim admitió: «Pensé que era un buen swing, pero el viento lo empujó mucho más de lo que pensé. Cuando golpeó las rocas, estaba esperando un chapoteo.» Este incidente subrayó la fortaleza mental que el golf exige, reafirmando que un solo rebote errático puede desestabilizar incluso el swing más estable.
En conclusión, el viaje de Michael Kim bajo la mentoría de Sean Foley subraya el doble papel de la resiliencia mental y el entrenamiento efectivo en la formación de campeones. Es una narrativa que revela cómo la orientación experta puede cambiar la suerte de los atletas que luchan, reavivando sus carreras y reencendiendo su pasión por el deporte.
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