Paula Badosa finalmente ha logrado llegar a las semifinales de un Grand Slam tras vencer a la número 3 del mundo, Coco Gauff, en sets seguidos, 7-5, 6-4, en el Abierto de Australia. Pero para la ardiente española, este logro es solo un paso en su incansable búsqueda de un título de Grand Slam.
«Nunca voy a sentir libertad hasta que gane el torneo,» declaró Badosa tras su victoria. «Así soy yo. Llegar a las semifinales no cambia eso. Pongo un pie en la cancha, sin importar quién esté al otro lado de la red, y quiero ganar con todas mis fuerzas.»
Badosa lucha tras las lesiones y las dudas
El camino de Badosa hacia este hito en su carrera ha sido todo menos fácil. Una vez clasificada como la número 2 del mundo, cayó fuera del top 50 el año pasado debido a lesiones persistentes, incluyendo un problema crónico de espalda que la llevó a contemplar la jubilación.
«Hubo un momento el año pasado en el que estuve muy cerca de rendirme,» admitió Badosa. «Simplemente no me veía rindiendo al nivel que sabía que podía. Fue mentalmente agotador.»
En un último esfuerzo, Badosa renovó su equipo después del Abierto de Madrid, incorporando un nuevo entrenador físico y un nutricionista. La apuesta dio sus frutos. A través de ejercicios personalizados y suplementos, su espalda comenzó a sanar y su confianza regresó.
«Aquí estoy,» dijo, rebosante de orgullo. «Lo que pasamos como equipo y cómo luchamos a través de ello, especialmente mentalmente, hace que este momento sea mucho más gratificante.»
Se avecina un choque con el destino
La victoria de Badosa sobre Gauff fue un testimonio de su resiliencia. Mientras Gauff luchaba con 41 errores no forzados, Badosa aprovechó los errores de su oponente con precisión y determinación, poniendo fin a la racha de 11 victorias de Gauff.
La próxima rival de la española será la campeona defensora Aryna Sabalenka o Anastasia Pavlyuchenkova. Agregando intriga al posible enfrentamiento con Sabalenka está su cercana amistad, un vínculo que se dejará de lado en el calor de la competencia.
«Cuando estoy en las rondas finales, mi nivel sube. Quiero dar el 100% y dejarlo todo en la cancha,» dijo Badosa sobre el desafío que tiene por delante.
Los ojos en el premio
A pesar de alcanzar un hito en su carrera, Badosa está enfocada en el objetivo final. La joven de 25 años sabe que cualquier cosa menos que un campeonato la dejará insatisfecha.
Su viaje desde el casi retiro hasta ser contendiente en un Grand Slam sirve como un recordatorio de la tenacidad y determinación necesarias para tener éxito en el más alto nivel del tenis.
«Estoy orgullosa de lo lejos que he llegado,» dijo Badosa. «Pero aquí no es donde me detengo. Estoy aquí para ganar.»
