Novak Djokovic enfrentó más que solo a su oponente durante el partido de cuarta ronda del domingo contra Jiri Lehecka en el Abierto de Australia. El campeón en 10 ocasiones tuvo que lidiar con espectadores ruidosos que interrumpían su movimiento de servicio, lo que obligó al árbitro de silla a intervenir y restaurar el orden en el Rod Laver Arena.
Un fuerte comienzo, pero la multitud cambia
Djokovic dominó los primeros dos sets, pero Lehecka elevó su nivel en el tercero, empujando al serbio a un partido más reñido. Con Lehecka mostrando resistencia, la multitud comenzó a apoyar al desvalido. La atmósfera se intensificó cuando Djokovic sirvió en 3-4, con los aficionados intentando desestabilizarlo gritando en medio del servicio.
«Djokovic solo tiene que mantener su concentración aquí. Es casi como si hubiera algunos en la multitud que intentan sacarlo de quicio,» observó Tim Henman durante el comentario.
El árbitro interviene mientras crece la frustración
Con 30-15 en el octavo juego, la interrupción se intensificó. Djokovic pausó su movimiento de servicio después de escuchar gritos desde las gradas y sacudió la cabeza en frustración. El árbitro de silla Mohamed Lahyani se dirigió a la multitud, diciendo: «Por favor, muestren su apoyo pero no molesten a los jugadores, por favor, por los dos jugadores.»
La advertencia fue recibida con vítores, pero las interrupciones continuaron. Sirviendo para mantenerse en el set en 4-5, Djokovic fue nuevamente interrumpido por un espectador gritando durante su servicio, lo que llevó a un error no forzado. Movió los brazos en incredulidad, visiblemente molesto por la situación.
Los comentaristas opinan
El co-comentarista Chris Bradnam defendió el entusiasmo de la multitud, sugiriendo que no estaba dirigido directamente a Djokovic:
«Solo un partido de individuales en esta sesión de la tarde, y la multitud quiere que valga la pena su dinero. Creo que quieren más, así que están del lado del desvalido aquí. No es necesariamente en contra de Novak, pero cualquier cosa que puedan hacer para darle al desvalido un poco de ventaja, lo harán.»
El enfoque de Djokovic puesto a prueba pero inquebrantable
A pesar de las distracciones, Djokovic mantuvo su compostura y avanzó a través del set, mostrando la fortaleza mental que lo ha convertido en un campeón de Grand Slam 22 veces.
No es la primera vez que Djokovic se enfrenta a una multitud desafiante. Conocido por su capacidad para prosperar bajo presión, el serbio a menudo convierte tales situaciones en combustible para su rendimiento.
A medida que avanza más en el torneo, Djokovic sin duda esperará una multitud más solidaria—o al menos más tranquila—mientras busca un undécimo título en el Abierto de Australia.