La resonancia magnética no miente. Novak Djokovic, uno de los grandes del tenis de todos los tiempos, enfrentó una tormenta de escepticismo durante su campaña marcada por lesiones en el Abierto de Australia 2025. Las acusaciones de exageración y teatralidad—alimentadas por los abucheos de una fracción del público en el Rod Laver Arena y comentarios de personalidades del tenis como John McEnroe—se silenciaron cuando Djokovic publicó pruebas innegables: una resonancia magnética que revelaba la magnitud de su lesión.
No es la primera vez que Djokovic se ve obligado a defender su integridad. Ya sea por el desgarro abdominal de 2021 o la lesión en el isquiotibial de 2023, los escépticos han cuestionado la legitimidad de sus dolencias, a menudo ignorando la notable capacidad del astro serbio para jugar a través del dolor.
Una Cronología de Dolor y Triunfo
La imagen de resonancia magnética que Djokovic compartió después de su retiro en semifinales contra Alexander Zverev no solo proporcionó evidencia de su lesión actual, sino también una cronología de escaneos pasados que validan su historia de lucha contra desafíos físicos significativos.
- Abierto de Australia 2021
- 13 de febrero de 2021: La resonancia magnética reveló un desgarro abdominal tras su guerra a cinco sets contra Taylor Fritz.
- 22 de febrero de 2021: Un escaneo de seguimiento confirmó la lesión mientras Djokovic levantaba el trofeo, derrotando a Daniil Medvedev en la final.
- Abierto de Australia 2023
- 14 de enero de 2023: Un escáner previo al torneo confirmó un desgarro de 3 cm en el tendón de la corva.
- 23 de enero de 2023: Otro escáner después de la cuarta ronda reveló un daño en aumento.
- 29 de enero de 2023: El día que Djokovic derrotó a Stefanos Tsitsipas en la final, jugando a través del dolor para reclamar su décimo título del Abierto de Australia.
Abierto de Australia 2025: Una Narrativa Familiar
Este año, el retiro de Djokovic en las semifinales debido a un desgarro en el tendón de la corva izquierdo reavivó las dudas habituales. McEnroe, reflexionando sobre el partido de Djokovic contra Carlos Alcaraz, acusó al serbio de «actuar lesionado antes de estar de repente bien de nuevo.» Los aficionados se unieron al coro de incredulidad, abucheando a Djokovic mientras abandonaba la cancha tras su derrota en el tiebreak del primer set contra Zverev, que duró 82 minutos.
Pero la resonancia magnética que Djokovic publicó contaba una historia diferente: un desgarro claro y significativo, visible para todos. Para aquellos que prestaban atención, la resonancia también incluía marcas de tiempo de resonancias anteriores, pintando un cuadro más amplio de resiliencia en lugar de engaño.
«No Necesito Probar Nada, Pero Aquí Está»
La decisión de Djokovic de compartir la resonancia no fue solo una cuestión de vindicación; fue una declaración a sus detractores. El as serbio, que ha acumulado 24 títulos de Grand Slam, ha demostrado repetidamente su resistencia en circunstancias que dejarían fuera de juego a la mayoría de los jugadores.
En sus comentarios posteriores al partido, Djokovic abordó los abucheos y críticas con la compostura característica:
«Es decepcionante, pero la gente creerá lo que quiera creer. He pasado por esto antes, y seguiré apareciendo y haciendo lo que amo: jugar al tenis.»
El Legado de Jugar a Través del Dolor
La capacidad de Djokovic para triunfar a pesar de las lesiones añade otra capa a su ya asombroso legado. Mientras algunos aficionados y comentaristas continúan dudando de él, la resonancia magnética es una evidencia contundente de su compromiso con el deporte.
Para aquellos que continúan cuestionando la sinceridad de Djokovic, su imagen de resonancia es un mic drop definitivo—un recordatorio de que incluso las leyendas no son inmunes a un escrutinio injustificado. Pero como el astro serbio ha demostrado una y otra vez, su enfoque sigue siendo su juego, no el ruido.