La maldición de los Grand Slam de Alexander Zverev volvió a golpear en el Abierto de Australia, ya que la estrella alemana no logró superar su tercera final importante, perdiendo 6-3, 7-6, 6-3 ante Jannik Sinner. La derrota se suma a una dolorosa lista de casi logros, incluyendo las derrotas ante Carlos Alcaraz en Wimbledon y Dominic Thiem en el Abierto de EE. UU. de 2020 y Roland Garros. Para Zverev, es otro momento amargo de estar tan cerca, pero tan lejos, de la inmortalidad en el tenis.
Sinner demasiado fuerte, Zverev en busca de respuestas
Enfrentando al número 1 del mundo Jannik Sinner, Zverev luchó por tener un impacto. El alemán no pudo crear ni una sola oportunidad de quiebre, mientras que Sinner, conocido por su precisión clínica, capitalizó cuando más importaba. La dominancia del italiano fue evidente, ya que controló el partido sin esfuerzo, reforzando su estatus como el mejor jugador del deporte.
«Esperaba poder ser más competitivo hoy, pero simplemente eres demasiado bueno,» admitió Zverev durante la ceremonia de premiación. «Felicitaciones a Jannik, eres el mejor jugador del mundo por mucho.»
El esquivo Grand Slam: ¿llegará algún día el momento de Zverev?
El currículum de Zverev es, por lo demás, deslumbrante: oro olímpico, múltiples títulos de las Finales de la ATP y coronas de Masters 1000. Sin embargo, el trofeo de Grand Slam sigue fuera de su alcance. Su frustración era palpable mientras hablaba con sinceridad sobre su rendimiento y la creciente realidad de una generación más joven y dominante liderada por Sinner y Alcaraz.
«Es una pena estar al lado de esta cosa y no poder tocarla», dijo Zverev, señalando hacia la Copa de Desafío Norman Brookes. «Estamos tratando de hacer todo el trabajo correcto, pero simplemente no soy lo suficientemente bueno. Es tan simple como eso.»
Una perspectiva agridulce: de la lesión a las finales de Grand Slam
El viaje de Zverev de regreso al No. 2 del mundo y a otra final de Grand Slam es un testimonio de su resiliencia. Después de sufrir una grave lesión en el tobillo que lo mantuvo fuera de las canchas durante meses, su regreso a la forma ha sido notable. Pero para Zverev, es poco consuelo ante otra oportunidad perdida.
«Realmente aprecio lo que todos han hecho en los últimos años, desde mi lesión en el tobillo hasta volver a jugar finales de Grand Slam», dijo, reconociendo el apoyo de su equipo. «No estaría aquí sin ellos.»
La era Sinner amanece, pero la ventana de Zverev se estrecha
Con Sinner y Alcaraz emergiendo como fuerzas dominantes, las posibilidades de Zverev de romper su racha están disminuyendo. Para un jugador que ha hecho todo lo demás en el deporte, la inquietante pregunta sigue siendo: ¿Llegará alguna vez su momento en un Grand Slam?