El mundo del automovilismo quedó en shock tras un giro dramático de los acontecimientos en el Daytona 500 que dejó a Garage 66 en una situación complicada. El equipo, anteriormente conocido bajo el nombre de MBM Motorsports, tenía altas aspiraciones para el Daytona 500 de 2025. Cuando sus planes iniciales de reintroducir a un profesional experimentado en la Copa Series fracasaron, recurrieron al piloto de la Truck Series, Chandler Smith. Sin embargo, la preparación para la icónica ‘La Gran Carrera Americana’ no avanzó como se había previsto, con Smith terminando en un decepcionante 42° en la clasificación y 20° en el Duelo 1, desvaneciendo las esperanzas de un buen comienzo de temporada.
La situación pronto escaló de mala a peor para el equipo. Smith, al volante del Ford No. 66, perdió el control y se estrelló contra la pared exterior en el Daytona International Speedway. El daño resultante en el coche fue tan severo que se consideró irreparable, un golpe devastador para Garage 66.
La anticipación era palpable en la previa al Daytona 500. El piloto veterano Mike Wallace estaba programado para un regreso muy esperado a ‘La Gran Carrera Americana’. Sin embargo, NASCAR canceló su regreso, justificando la decisión al resaltar la ausencia de Wallace en las carreras de la Copa Series desde 2015 y su última aparición en series nacionales en 2020. El organismo rector consideró que un regreso en la carrera inaugural de la temporada sería un salto demasiado grande para el hombre de 65 años, colocando la responsabilidad en MBM Motorsports/Garage 66 para encontrar un piloto sustituto, lo que los llevó a Chandler Smith.En retrospectiva, la decisión pareció ser un error. El desempeño poco impresionante de Smith en la clasificación fue seguido por una actuación mediocre en el Duelo 1. Esta secuencia de eventos culminó con Garage 66 fracasando en clasificar para su primera carrera. Para agravar sus problemas, el Ford No. 66 estuvo involucrado en un accidente catastrófico en el Daytona International Speedway tras un contacto con el Chevy No. 7 de Justin Haley de Spire Motorsports. Se evaluaron los daños y el auto fue desactivado, ya que el costo de reemplazar las piezas dañadas sería asombroso: $100,000.
Reflexionando sobre el incidente, Carl Long, el propietario del recién renombrado Garage 66, declaró: “Después de despojar el chasis 385 hasta dejarlo en nada, ha sido desactivado, ¡no reparable! El clip delantero también quedó destruido. Este accidente nos costará más de 100k en piezas para volver a armarlo. No es la mejor manera de comenzar el año… pero ¡comenzamos!” El equipo, ya delgado tras la transición de MBM Motorsports para ahorrar dinero, encontró este pesado revés financiero del accidente una amarga píldora que tragar en su situación actual.
A principios de año, Garage 66 había nombrado a Garrett Smithley como el piloto del equipo para la carrera de exhibición de pretemporada en el Bowman Gray Stadium. A pesar del mal comienzo, el equipo de NASCAR de Carl Long sigue decidido a recuperarse de este contratiempo. Con la oscura nube de incertidumbre actualmente sobre el futuro del equipo, solo pueden esperar que su mala suerte pronto llegue a su fin. Como dicen, después de cada tormenta, el sol volverá a brillar, y Garage 66 está apostando a que esto cambiará su fortuna en el año que viene.