Mientras Kyle Larson deslumbraba con sus actuaciones dominantes en las temporadas recientes, Chase Elliott ha sido silenciosamente una fuerza pivotal para Hendrick Motorsports, particularmente en la navegación de las complejidades del coche Next-Gen de NASCAR. En una reciente entrevista, Elliott arrojó luz sobre su relación en evolución con el coche Gen-7, revelando los altibajos de adaptarse a la última plataforma técnica de la serie.
Un Comienzo Estelar con el Next-Gen
Elliott se adaptó rápidamente al coche Next-Gen en su temporada de debut en 2022. Ganando cinco carreras y logrando un cuarto lugar en la clasificación, estableció un alto estándar para él y Hendrick Motorsports. Reflexionando sobre ese período, Elliott admitió:
«Hubo un momento en que pensé, ‘Hombre, somos mucho mejores de lo que éramos.’ Incluso al principio de ’22, cuando gané un puñado de carreras y tuve un gran tramo, pensé, ‘Hombre, si éramos tan buenos entonces, estarías destruyendo a todos semanalmente.’»
Su éxito temprano con el nuevo coche mostró su adaptabilidad, pero a medida que la competencia evolucionó, mantenerse adelante se convirtió en un desafío mayor.
Aprendiendo y Evolucionando
El auto de la próxima generación ha llevado a cada equipo y piloto al límite. Elliott reconoció cómo la curva de aprendizaje ha impactado su enfoque:
“Creo que mi comprensión de esto es, sin duda, más alta de lo que ha sido probablemente desde que se introdujo. ¿Eso significa que es perfecto? No. ¿Eso significa que sé todo sobre ello? No, definitivamente no.”
A medida que Elliott ganó confianza con el auto, destacó la importancia de entender sus matices, particularmente a medida que equipos rivales como Team Penske y 23XI Racing han prosperado en la era de la próxima generación. La dominancia de Penske es especialmente notable, con sus pilotos capturando tres campeonatos consecutivos desde la introducción del auto.
Desafíos en el Camino
El viaje de Elliott con el auto Gen-7 no ha estado exento de contratiempos. Una lesión grave en 2023 descarriló su temporada, obligándolo a perderse carreras significativas y haciendo que su eventual regreso a la forma en 2024 sea aún más notable. Al finalizar el año séptimo en la clasificación, Elliott demostró su resiliencia mientras continuaba perfeccionando su habilidad con el auto de la próxima generación.
“Se trata de superarte a ti mismo y simplemente continuar tratando de empujar ese límite un poco más. Pero ciertamente creo que ahora estamos en un buen lugar con eso.”
Mirando Hacia 2025
Elliott se mantiene optimista sobre el futuro, enfatizando el progreso de su equipo en entender lo que se necesita para tener éxito en varios estilos de pistas. Con una mejor comprensión de lo que necesita del coche, está preparado para enfrentar la competencia en evolución de manera directa:
“Espero ir a la mayoría de los estilos de pistas solo porque creo que tenemos una mejor comprensión de lo que quiero y lo que necesito del coche para ir rápido en esos lugares.”
Aún así, Elliott reconoce el rápido desarrollo entre los competidores, particularmente conductores como Tyler Reddick, cuyas finalizaciones consecutivas entre los seis primeros en la clasificación destacan el nivel de competencia en constante aumento.
La Gran Imagen
Las reflexiones sinceras de Chase Elliott son un testimonio de su crecimiento como conductor y del compromiso de Hendrick Motorsports por mantenerse competitivo. Aunque el coche Next-Gen puede haber sido inicialmente un desafío, también ha sido una oportunidad para que Elliott empuje sus límites y refine su oficio. Con una comprensión más profunda del coche y el apoyo inquebrantable de su equipo, Elliott parece estar listo para continuar su ascenso de regreso a la cima.
Como dijo Elliott mejor:
“Si no es [exacto], seguiremos adelante.”
Esa resiliencia y determinación serán clave mientras se prepara para enfrentar otra emocionante temporada de la NASCAR Cup Series. 2025 podría ser muy bien el año de Elliott para recuperar su lugar entre la élite del deporte.