Después de 2001, Álex Crivillé decidió terminar su carrera en el Mundial de motociclismo. El piloto había sido campeón del mundo de 500cc en 1999 y aún estaba en la cima, pero problemas de salud con mareos y desmayos más frecuentes de lo normal precipitaron la retirada.
En una entrevista al podcast Dura la Vita, el antiguo piloto y actual comentarista recordó que los problemas comenzaron a manifestarse en 1999, y durante algún tiempo ni los médicos tenían claro cuál era la causa:
– Me retiré por un motivo simple: tuve que retirarme forzosamente porque no estaba bien. Tenía unos mareos. Los tuve en 1999, ¡imagínense! En la carrera de Valencia, ya tuve unos mareos en el gimnasio, me desmayé. Un mareo lo puede tener cualquiera, uno o dos desmayos en la vida puedes tener, y no hay problema. A partir de ahí, 2000 y 2001 fueron temporadas muy feas, porque no estaba bien físicamente. ¿Era peligroso? Nunca me pasó en una moto. Siempre fue cuando estaba relajado, más por la noche, pero la verdad es que podría haber sido peligroso. Fui al médico. Algunos culpaban la presión de haber sido campeón, demasiada presión. Iba a un psicólogo, que decía, «No puedes estar mal, es tan poca cosa». No, me desmayo y tengo problemas.
Crivillé fue entonces a consultar a uno de los mejores especialistas de la época, que aconsejó el fin de carrera: ‘No podía continuar así, tenía que ver. Fuimos a Canadá, a uno de los mejores especialistas neurológicos, que me dijo: «Esto no es muy grave, pero te aconsejo que te retires». Y así lo hice, me retiré y acabó toda mi carrera deportiva. Afortunadamente, ya había conseguido los títulos mundiales’.
En ese momento, el primer español campeón del mundo en la categoría reina estaba en camino a Yamaha, pero después de otro desmayo tomó la decisión de retirarse – que fue anunciada el 5 de mayo de 2002: ‘Tenía un precontrato firmado con Yamaha – comenzaba con dos tiempos, y luego me pasaban a cuatro tiempos. Recuerdo que en la pretemporada estaba pilotando en un circuito por la mañana. Por la noche, me desmayé, me levanté y dije: «No puedo continuar así, me retiro»’.