Suzuki ha estado defendiendo el hidrógeno como combustible ecológico durante más de una década y el Salón del Automóvil de Tokio de este año -renombrado como Salón de la Movilidad de Japón para 2023- es el lugar donde la empresa presentará su último prototipo con motor de hidrógeno.
Se trata de una scooter Burgman 400 modificada y, si esto le suena familiar, es porque Suzuki ha estado presentando varias scooters Burgman de hidrógeno desde 2010. Sin embargo, lo que ha cambiado es la forma en que se está utilizando el hidrógeno. Todas las scooters de hidrógeno anteriores de Suzuki, incluidos varios prototipos en funcionamiento e incluso un conjunto de motos de producción semiutilizadas en un ensayo de 18 meses por la Policía Metropolitana de Londres de 2017 a 2018, utilizaron celdas de combustible de hidrógeno para impulsar motores eléctricos. El nuevo prototipo sigue un camino completamente diferente y quema el hidrógeno en una versión modificada del motor de combustión interna monocilíndrico de la Burgman 400 existente.
Suzuki ha estado trabajando con celdas de combustible de hidrógeno desde 2007, cuando presentó la moto conceptual Crosscage. Al mismo tiempo, se asoció con la empresa británica Intelligent Energy, que desarrolló el sistema de celdas de combustible utilizado en todos los prototipos que le siguieron. Las celdas de combustible prometen los beneficios de un funcionamiento ecológico de la energía eléctrica, pero con la capacidad de reabastecer rápidamente los depósitos de hidrógeno en lugar de necesitar recargar las baterías. Sin embargo, a principios de este año, Suzuki se convirtió en miembro de la colaboración HySE, junto con Honda, Yamaha y Kawasaki, para desarrollar motores de combustión alimentados con hidrógeno para vehículos pequeños, incluidas motocicletas. Específicamente, el papel de Suzuki en la organización es “Estudio de elementos sobre funcionalidad, rendimiento y fiabilidad de motores alimentados con hidrógeno”. Aquí es donde entra en juego el nuevo prototipo Burgman.
Está construido alrededor de una scooter Burgman 400 normal, aunque el motor requiere algunas modificaciones sustanciales para funcionar con hidrógeno en lugar de gasolina. Los detalles de estos cambios aún no son conocidos, pero es probable que incluyan inyección directa de combustible.
Para crear espacio para ese depósito, el basculante y el motor, que son una sola unidad, se desplazan hacia atrás aproximadamente 8 pulgadas, dando al prototipo su inusual distancia entre ejes. El lado positivo es que la moto no pierde el espacio de almacenamiento debajo del asiento, como ocurrió con los prototipos de celda de combustible.