El controvertido formato de playoffs de NASCAR permanecerá sin cambios para la temporada 2025, lo que ha provocado indignación entre los aficionados que durante mucho tiempo han pedido reformas profundas. A pesar de años de críticas, los funcionarios de NASCAR anunciaron planes para mantener el sistema actual por otro año, con un grupo de trabajo establecido para evaluar posibles cambios para 2026. Para muchos, la decisión de retrasar cualquier actualización significativa solo profundiza la frustración con el liderazgo del deporte.
El Retraso y la Justificación
John Probst, Vicepresidente Senior de Innovación y Desarrollo de Carreras de NASCAR, intentó justificar el retraso, explicando que la organización quiere evitar “cambios pequeños cada año” y en su lugar enfocarse en una revisión integral. Probst reconoció la retroalimentación polarizada de los aficionados, admitiendo,
“A algunos aficionados les encantan los playoffs, a otros les desagrada, y otros no saben cómo cambiarlos para mejor.”
Si bien el razonamiento puede sonar pragmático, los críticos argumentan que es otra excusa más para eludir abordar problemas de larga data con el formato, incluyendo:
- La Política de “Gana y Estás Dentro”: Los críticos argumentan que recompensa la inconsistencia y permite que temporadas mediocres se salven con una sola victoria en una carrera.
- Reinicios de Puntos: El reinicio de puntos después de cada ronda de playoffs borra el rendimiento a lo largo de la temporada, dejando a los fanáticos y a los pilotos frustrados.
- Playoffs Sobrecargados: Con 16 pilotos en la Chase, incluso los que tuvieron dificultades durante toda la temporada pueden clasificar.
Reacción de los Fanáticos: Ruidosa e Incesante
Los fanáticos no perdieron tiempo en expresar su descontento en las redes sociales, y la decisión de NASCAR fue recibida con una abrumadora negatividad.
Un fan escribió sarcásticamente,
“Felicitaciones anticipadas a Blaney o Logano por su título de 2025,”
mofándose de la maestría constante de Team Penske en los playoffs y la percibida previsibilidad del formato. La victoria de Joey Logano en el título de 2024—asegurada con solo una victoria en la temporada regular—fue un punto de gran controversia para los críticos que argumentan que el sistema devalúa el rendimiento consistente.
Otro fan señaló el infame desdén de NASCAR hacia la crítica en línea como “bots,” tuiteando,
“Tendrán a personas sesgadas diciendo que está bien, y cualquiera que no esté de acuerdo no es un fan o es un bot.”
Este comentario subraya el creciente escepticismo sobre si el liderazgo de NASCAR realmente escucha a su audiencia.
Disminución de Calificaciones y Frustración con el Liderazgo
Las calificaciones de NASCAR han estado disminuyendo constantemente desde su punto máximo en los años 2000, y muchos aficionados culpan al formato de playoffs por alienar a los entusiastas tradicionales de las carreras. Un comentarista frustrado dijo:
“Nadie los toma en serio ya. Lo más probable es que las calificaciones continúen estancadas o incluso disminuyan. Y es culpa de Probst, O’Donnell y Phelps.”
Otros denunciaron la complejidad del formato, llamándolo enrevesado e injusto. Un aficionado resumió el sentimiento general:
“Eliminen el ‘gana y estás dentro.’ Eliminen el reinicio de puntos—es lo más estúpido que existe. ¿Y por qué necesitamos 16 pilotos en el Chase? Es ridículo.”
Preocupaciones Legales y Estructurales
Agregando leña al fuego está la demanda antimonopolio en curso presentada por 23XI Racing de Michael Jordan y Front Row Motorsports, acusando a NASCAR de prácticas monopolísticas. Un aficionado, frustrado por el liderazgo de NASCAR, declaró sin rodeos:
“Espero que pierdan su trasero en la corte.”
Aunque es extremo, tales comentarios destacan la creciente insatisfacción con la gobernanza de NASCAR y la percepción de una desconexión entre los ejecutivos y la base de aficionados.
¿Qué sigue para NASCAR?
La decisión de mantener el statu quo por otro año conlleva riesgos significativos. NASCAR enfrenta una creciente presión para revitalizar el deporte, pero este retraso podría alienar aún más a los aficionados. La promesa de una renovación en 2026 debe ofrecer cambios significativos y profundos para recuperar la confianza de su audiencia.
Por ahora, los aficionados se quedan cuestionando si el liderazgo actual comprende sus quejas, o si están contentos de dejar que la frustración crezca en las sombras del pragmatismo corporativo.