Los Chili Bowl Nationals, un emblema de las carreras de midgets, se encontraron envueltos en controversia mientras los oficiales intensificaban su lucha contra el dopaje de neumáticos. La técnica ilegal, también conocida como «tire soaking», implica tratar químicamente los neumáticos para suavizar su compuesto, resultando en un agarre mejorado—una ventaja significativa en la pista de tierra. Sin embargo, con regulaciones más estrictas y compuestos de neumáticos más duros introducidos, algunos equipos y pilotos están empujando los límites de la legalidad.
El miércoles, el director técnico de los Chili Bowl Nationals, Cody Cordell, envió ondas de choque a través del paddock al expulsar a un piloto sorprendido dopando neumáticos. Siguió con una advertencia contundente a todos los competidores: “Piensen lo que quieran, jueguen el juego. Pero si los atrapan, de aquí en adelante, no volverán el próximo año. Y se hará saber y será un espectáculo.”
Las descalificaciones sacuden el paddock
La represión se intensificó cuando dos pilotos fueron descalificados antes del evento principal del sábado por la noche. Clinton Boyles fue uno de los excluidos, pero en lugar de desquitarse, Boyles aprovechó la oportunidad para abordar el problema, ofreciendo transparencia y comprensión en la búsqueda de carreras justas.
Boyles explicó cómo infracciones menores aún podrían desencadenar descalificaciones. “La mayor confusión es que la gente está dopando neumáticos, y es solo un dopaje. El lijado en húmedo es algo popular, y cuando usas cualquier cosa que no sea agua, puede cambiar los químicos en el neumático,” dijo. “No siempre se trata de qué químicos hay; podría ser lo que los extrae.”
Aunque los resultados de la prueba de Boyles indicaron infracciones mínimas, él reconoció la importancia de adherirse a las reglas. “No estaba haciendo nada con la intención de hacer trampa o ganar una ventaja”, dijo Boyles. “¡Aprecio que @cbnational mantenga a todos bajo el mismo estándar! Volveré el próximo año.”
El otro conductor descalificado, Hunter Schuerenberg, enfrentó un destino similar, ya que los oficiales mantuvieron la línea contra incluso las más mínimas infracciones.
Una lucha por la integridad
Cordell está decidido a mantener la reputación del Chili Bowl como un evento justo e icónico. “Incluso lo más pequeño de cambiar el punto de referencia no es lo que necesitamos”, declaró. “Necesitamos atornillar los neumáticos, y necesitamos mantener todo en orden.”
La postura de Cordell refleja una creciente urgencia por proteger la integridad del deporte. El dopaje de neumáticos, aunque no es nuevo, ha estado bajo un mayor escrutinio a medida que los avances tecnológicos y las presiones competitivas empujan a los equipos a explotar cualquier posible ventaja.
La controvertida opinión de Tanner Thorson
El ex campeón de Chili Bowl, Tanner Thorson, añadió su voz al debate, ofreciendo una perspectiva que puede no ser bien recibida por los organizadores. Thorson sugirió que la prevalencia del dopaje de neumáticos este año podría estar vinculada a los desafíos que presentan los compuestos más duros y la competencia intensificada. Si bien reconoció la necesidad de las medidas estrictas de Cordell, sus comentarios destacan la tensión entre la innovación y la regulación en los deportes de motor.
Una historia de precaución y responsabilidad
Los Chili Bowl Nationals de este año sirven como un recordatorio de que incluso los eventos de carreras más celebrados no son inmunes a la controversia. La saga del dopaje de neumáticos subraya la delgada línea entre empujar los límites del rendimiento y violar las reglas. La represión de Cordell envía un mensaje claro: la integridad del deporte es lo primero, y aquellos que infrinjan las reglas enfrentarán severas consecuencias.