Una transformación revolucionaria de una icónica Harley-Davidson Fat Boy en un vehículo eléctrico está causando sensación en Japón, revelando una conmovedora historia de determinación familiar e innovación tecnológica.
El taller japonés High Field, ubicado en Utsunomiya, Prefectura de Tochigi, ha logrado algo extraordinario: convertir una de las motocicletas más emblemáticas de Harley-Davidson en un vehículo completamente eléctrico, mientras mantiene su estética característica.
El proyecto nació en 2018 de la visión de Makoto Ueno, fundador de High Field, quien anticipó las crecientes restricciones ambientales en Japón. Trágicamente, Ueno falleció de cáncer de estómago antes de ver su sueño realizado. Su esposa, Yuko Ueno, asumió entonces el proyecto, colaborando con OZ Motors para hacer realidad la visión de su esposo.
Fuente: Instagram/team_highfield
El equipo enfrentó varios desafíos técnicos, principalmente relacionados con el espacio para las baterías. La solución encontrada fue instalar dos conjuntos de baterías en los lados de la motocicleta, donde normalmente estarían las maletas duras, logrando una autonomía de entre 160 y 220 kilómetros por carga. El prototipo, finalizado en septiembre de 2024, ya ha sido visitado por el diseñador de Harley-Davidson Dais Nagao. El taller tiene la intención de desarrollar un kit de conversión que podría costar entre 3,165 y 6,331 euros, permitiendo a otros propietarios de Fat Boy electrificar sus motocicletas.
Una ventaja adicional en el mercado japonés es la posibilidad de conducir esta versión con una licencia para motocicletas de tamaño mediano, expandiendo significativamente su público objetivo potencial.
High Field pone a disposición el prototipo para demostraciones en su establecimiento, permitiendo a los interesados experimentar esta peculiar fusión de tradición y futuro. Esta iniciativa representa un paso significativo en la modernización de las motocicletas clásicas, demostrando que es posible preservar el espíritu histórico de Harley-Davidson mientras se adapta a las demandas ambientales contemporáneas.
Fuente: Rideapart