El año 2024 será sin duda de extrema importancia para Yamaha en MotoGP. Aún sin un equipo satélite y con una moto claramente menos competitiva que la mejor moto de la parrilla, y con Fabio Quartararo ya mostrando una gran preocupación por el futuro de la M1 en términos de lo que puede ofrecer para competir con los adversarios en la pista, este año promete ser decisivo.
Mirando a sus pilotos, por un lado Álex Rins hará su debut con una M1, después de un año con la RC213V, donde incluso logró una victoria, la única de 2023 para Honda, con el LCR. Por otro lado, está el ex campeón del mundo y principal referencia del equipo, Fabio Quartararo.
Desde 2022, el francés se ha quejado de la falta de competitividad de la M1 en comparación con las demás motos, y aunque ha tenido resultados positivos aquí y allá, las victorias han estado lejos.
Las pruebas en Valencia mostraron un poco del carácter que puede tener la M1 en 2024, pero Quartararo se mostró entusiasmado por un lado, aunque por otro lado no tanto debido a los muchos problemas que aún ve que deben resolverse. Tiene contrato hasta finales de año y el fabricante japonés tendrá que presentar una moto capaz de convencer al #20 de quedarse en el equipo, lo cual no parece fácil cuando hay ocho Desmosedici en la pista, sin olvidar que Quartararo ya ha sido vinculado a un lugar en un equipo Ducati para 2025.
Aunque Ducati no suministre la GP24 a todos, la verdad es que la GP23 tiene un rendimiento más que suficiente para seguir siendo una referencia, como bien lo sabe Marc Márquez, quien tuvo un gran desempeño en la primera prueba con Gresini Racing al final de la temporada en el circuito Ricardo Tormo.
La cuestión del equipo satélite sigue siendo un problema para Yamaha desde que RNF Racing, ahora Trackhouse Racing, aceptó convertirse en cliente de Aprilia.
Se ha hablado mucho de la posibilidad de que el equipo de Valentino Rossi, Pertamina Enduro VR46 MotoGP Team, se convierta en un equipo satélite de Yamaha en 2025, ya que su contrato con Ducati termina al final de la temporada. Pero incluso para eso, vale la pena considerar esta posibilidad: ¿está el equipo dispuesto a dejar la Desmosedici, que ha traído muchas alegrías al equipo de Marco Bezzecchi y Fabio Di Giannantonio, y seguir con la M1? Nadie sabe qué depara el futuro, pero tal vez Yamaha tenga que mostrar “algo más” para lograrlo.
Rins podría llevar al equipo a la victoria, como lo hizo en 2023 con LCR Honda, en una moto que está lejos de ser la más competitiva, y Quartararo siempre es un piloto a tener en cuenta. Pero el futuro, nadie lo sabe, aunque hay algunas certezas: 2024 será casi un año de “todo o nada” para Yamaha en MotoGP.