Marc Márquez obtuvo a principios de septiembre su primera victoria en MotoGP en casi tres años, al ganar el GP de San Marino – en el que también fue su primer triunfo pilotando una Ducati y como piloto de Gresini.
En un año de transición después de una década con Repsol Honda, el español dijo desde temprano que quería comprobar si aún podía ser competitivo y, cuando lo confirmó, estableció el podio como primer paso antes de al menos una victoria.
A seis rondas del final, las metas están alcanzadas, por lo que el enfoque de Márquez será más relajado, como admitió: ‘Ya he alcanzado mi objetivo para esta temporada, así que seguir disfrutando será la clave’.
Estando a 60 puntos del liderazgo del campeonato, el ocho veces campeón del mundo aún puede soñar con el título. Sin embargo, al estar en Gresini y con una moto del año pasado, esa meta será complicada de alcanzar, a diferencia del tercer lugar del Mundial que está a un punto de distancia.