Wilco Zeelenberg no ocultó su frustración tras el Gran Premio de Aragón, que tuvo lugar este pasado fin de semana, y lamentó la caída de Miguel Oliveira el domingo y cómo la carrera de Raúl Fernández ese mismo día se vio afectada por adversarios.
‘El domingo fue un desastre para nosotros’, comenzó afirmando el Team Manager de Trackhouse Racing, quien añadió poco después: ‘El sábado, teníamos algo de velocidad, con Miguel [Oliveira] en quinto lugar y Raúl [Fernández] en una gran lucha contra Pecco [Bagnaia] y Fabio [Quartararo] en la 11.ª posición. Eso mostró que teníamos ritmo suficiente para hacer algo bueno el domingo, pero, desafortunadamente, no era para ser’.
El responsable holandés detalló los problemas enfrentados por sus pilotos: ‘Miguel tuvo un buen inicio, pero cayó en la primera vuelta. Estaba forzando y tratando de mantenerse con los demás, pero se pasó un poco en la curva 16, donde el nivel de adherencia era muy bajo y la pista estaba muy sucia’.
En cuanto a Raúl Fernández, Zeelenberg explicó: ‘Raúl perdió tres posiciones en el inicio y estaba tratando de encontrar adherencia en su moto. Se quejó del comportamiento de la máquina, ya que no podía pilotar como quería y, por esa razón, estaba lento’.
La situación se agravó para Fernández tras un incidente con otro piloto: ‘Después, sufrió un ataque de Augusto Fernández, que lo golpeó de lado, obligándolo a salir de la pista. Eso fue el fin de su carrera. Perdió cinco segundos en una vuelta y luego tuvo que pilotar solo’.
Zeelenberg concluyó con una mirada al futuro: ‘Fue un fin de semana decepcionante, pero también muy extraño. Vamos a olvidar rápidamente y centrarnos en las dos rondas en Misano. Creo que es una pista a la que todos quieren ir y, esperemos, que el nivel de adherencia sea fantástico allí y que podamos disfrutar’.
El equipo Trackhouse Racing espera así recuperar en las próximas rondas, comenzando ya por este fin de semana de GP en Misano.