Teste: Royal Enfield Himalayan 450, Subida de nivel.

Fue a través de la Hymalaian que muchos motociclistas de todo el mundo descubrieron la Royal Enfield. Ahora, corriendo el riesgo de desagradar a los más puristas, la marca india ha lanzado un nuevo modelo que, resumiendo, ¡es mejor en todo!

La marca india que tuvo su origen en el Reino Unido ha sabido lanzar productos “fuera de la caja”, al menos teniendo en cuenta los gustos europeos. Así fue con la primera versión de la Himalayan lanzada en 2016, una pequeña moto de aventura, preparada para ir hasta el fin del mundo si es necesario (después de todo, los Himalayas son una cordillera que atraviesa cinco países: Nepal, Bután, China, India y Pakistán); pero que para muchos no dejaba de ser demasiado simple, en el diseño y en la construcción / prestaciones. Nosotros, para probarla, no fuimos a los Himalayas (ese viaje de una vida tendrá que quedar para otra ocasión), pero recorrimos los alrededores de Lisboa, en todo tipo de terrenos.

Equipamiento utilizado: Casco Shoei Ex-Zero / Chaqueta LS2 Brighton / Guantes Alpinestars Engine / Pantalones Ixon Mike / Botas Gaerne Stone

ESPÍRITU DE AVENTURA

De la versión anterior poco queda más allá del nombre. Pero el espíritu de aventura se mantiene, solo que ahora en una evolución enorme en todos los componentes. El motor, por ejemplo, el monocilíndrico Sherpa 450, es el primer motor refrigerado por líquido de Royal Enfield. Ahora cuenta con una nueva caja de 6 velocidades, acelerador ride-by-wire con modos de conducción y entrega ahora 40 caballos de potencia. Ahí está, algunos puristas pueden no gustar de estas modernidades, pero todos los demás motociclistas apreciarán bastante estas mejoras.

La conexión de la marca con las montañas y la aventura es entonces demasiado evidente, por eso este modelo fue desarrollado en las condiciones más difíciles. La distancia al suelo es grande, las suspensiones Showa (incluso con pocos ajustes y solo en la parte trasera) son buenas y hacen un recorrido de 200 mm y hasta podemos tener navegación cartografiada en la pantalla TFT, construida sobre la plataforma Google Maps. El chasis es nuevo, más resistente y estrecho entre las piernas para una mejor conducción de pie, e incluso la admisión fue cuidadosamente estudiada, por debajo del depósito de combustible, para que podamos atravesar ríos a gusto!

MÁS CARACTERÍSTICAS

Está claro que, estéticamente las mejoras están a la vista, en un modelo de líneas ahora mucho más consensuales. No deja de ser una moto que, probablemente, apelará a un grupo etario más de “cuarentones” y “cincuentones”, a pesar de que la conducción de este modelo es ahora mucho más amplia, desde un uso urbano hasta paseos de fin de semana y, por supuesto, a las aventuras fuera de carretera.

No falta un nuevo faro LED y un depósito de combustible que garantiza una autonomía gigante pues puede recibir 17 litros de gasolina y nuestro consumo medio fue de 3,3 l/100 km! Existen cinco decoraciones para todos los gustos y la versión Kamet White tiene la particularidad de montar neumáticos sin cámara, lo que para muchos puede ser ventajoso.

NUESTRO VEREDICTO

Destacar la presencia de llantas de 21’’ y 17 pulgadas, al frente y atrás respectivamente, que montan neumáticos Ceat que nos gustaron (al menos en una utilización en seco), siendo la posición de conducción bastante agradable también por culpa del manillar ancho y montado en el lugar correcto. Los asientos están separados (a 825 mm del suelo el del conductor, lo que es una altura accesible), pero hay que decir que el del conductor, aunque sea blando, está ligeramente inclinado lo que contribuye a un ligero desconforto al cabo de un tiempo.

Dinamicamente, rápidamente estamos a gusto con esta moto. Las manetas no son regulables pero tienen un excelente tacto y beneficiamos de un embrague asistido y deslizante. Todo parece tener calidad para durar mucho tiempo y podemos decir que hemos andado más en asfalto que fuera de carretera, pero en cualquiera de los lugares la dinámica es buena. Las prestaciones son bastante aceptables, siendo este monocilíndrico bastante lineal; y si parece que a 120 km/h ya va con algún esfuerzo, en realidad llega a los 164 km/h a través de buenas relaciones de caja y una transmisión final adecuada. Es claro que siendo un motor monocilíndrico, siempre generará algunas vibraciones y el sonido del escape no es emotivo, pero el tacto del acelerador es muy bueno y los desplazamientos son siempre agradables. Y es claro, con suspensiones competentes, frenos que no fallan y una posición de conducción accesible en el asfalto y en la tierra, podemos intercambiar entre asfalto y los senderos siempre que queramos, sin estrés, y eso es lo mejor que podemos decir de una moto trail.

Lo mejor: Conducción fácil y agradable / Economía / Ciclística
A mejorar: Algunas vibraciones / Sensaciones de conducción

Para ser aún mejor, nos gustaría que la instrumentación tuviera una mejor legibilidad, mientras que los dos tipos de descanso no son perfectos: el lateral es seguro pero deja la moto muy inclinada y tenemos que hacer bastante fuerza para levantarla, mientras que el central también nos obliga a realizar mucha fuerza para accionarlo. Ahí está, es una moto para hombres de barba dura, que quieren atravesar los Himalayas! Para todos los demás, que simplemente quieren realizar buenos paseos, esta moto también se adapta bien, ya que puede servir tanto a los más exigentes aficionados del turismo de aventura como a los nuevos conductores que quieren comenzar a abrir caminos. ¡El precio también está bien ajustado a los propósitos de este modelo!