Raúl Fernández está muy emocionado por volver a las carreras en MotoGP y justo en el Gran Premio de casa de su equipo. El español lamentó no tener ‘la moto que quería’ a su disposición, lo que afectó en parte su confianza, antes de mostrarse seguro para correr en Austin.
A los periodistas presentes en Austin, el #25 comenzó reafirmando su felicidad por estar de vuelta en las carreras después de unas semanas de descanso, sin olvidar el equipo que tiene a su disposición:
– Me siento muy, muy bien por estar de vuelta en una carrera y en nuestra moto. Por eso, sí, honestamente, estoy feliz. Estoy contento, porque también es verdad que en las dos primeras carreras no me sentí como quería, honestamente. Pero también vimos que una de nuestras motos no iba en la dirección correcta. Por alguna razón, no tenemos la moto que queríamos. Por eso tampoco estaba muy confiado durante las dos primeras carreras.
La confianza de que pueda estar en su mejor nivel, esa, fue evidente: ‘Vimos el problema que teníamos y el equipo intentó encontrar una solución. Creo que este será un fin de semana muy bueno para nosotros, porque volveré a pilotar mi moto con una puesta a punto normal, con la moto normal para mí y estoy contento’.
Fernández explicó además que hay algunas limitaciones entre los equipos con los que cuenta y que cambiar de una moto a otra no siempre es fácil: ‘Solo que algunas partes de la afinación no eran las mismas que en la otra moto. Y es por eso que, en algunos momentos, cuando tenemos que usar la otra moto, me siento muy, muy mal. También depende, porque en un equipo de MotoGP, se juega mucho con la moto, depende de la kilometraje del motor. También depende de cómo nos sentimos en la moto, pero a veces no tenemos opciones para adaptarnos a una moto y tenemos que saltar a la otra, lo cual también es bastante difícil de manejar’.