La próxima ronda del Mundial de MotoGP en Barcelona, en el GP Solidario, es escenario de algunas despedidas del paddock y otros cambios entre pilotos – y no solo – y después de que ayer hablamos sobre Ducati, Aprilia y KTM, hoy es el turno de Yamaha y Honda, dos fabricantes japonesas que están trabajando para volver a su mejor momento.
La Honda fue durante muchos años un referente en MotoGP de la mano de Marc Márquez que, tras salir hacia Gresini Racing/Ducati a finales del año pasado, abrió una nueva era para la fabricante.
Joan Mir ya estaba en el equipo y sigue buscando los mejores resultados, renovando con la fabricante, manteniéndose en el equipo de fábrica el próximo año y Luca Marini, que hizo su debut con la RC213V este año, está para quedarse. Así, en lo que respecta a 2025, Honda se mantiene con los mismos pilotos pero con un cambio que se espera en su imagen, ya que Repsol deja el patrocinio de largas décadas con el equipo, dando lugar a Castrol.
Es importante mencionar que Aleix Espargaró, actual piloto de Aprilia Racing, se prepara para decir adiós a la categoría como piloto a tiempo completo y será una pieza fundamental y de peso en el equipo de pruebas de Honda, uniéndose a Stefan Bradl en el desarrollo de la moto, y promete aportar una perspectiva diferente y fresca.
La LCR Honda tiene, por su parte, novedades. Takaaki Nakagami, el piloto más experimentado del equipo, tendrá en Barcelona su última ronda como piloto a tiempo completo, y así se unirá a Aleix Espargaró en el equipo de pruebas, con Somkiat Chantra (Moto2) tomando su lugar y uniéndose así a Johann Zarco, que es el mejor clasificado del fabricante en el Mundial al ser 17.º, él que dejó el año pasado a Pramac Racing.
Y es precisamente en el universo de la Yamaha donde existen algunas de las mayores novedades.
Si el equipo de fábrica se mantiene intocable, con Fabio Quartararo siendo la figura principal en el equipo, Álex Rins se mantendrá a su lado y la dupla renovó este año incluso sus contratos con la estructura japonesa.
La mayor novedad en relación a Yamaha radica en el hecho de que esta volverá a tener un equipo satélite, y precisamente un equipo que ha estado en el centro de atención en los últimos años en MotoGP, el Pramac Racing.
El equipo de Paolo Campinoti sufrirá cambios significativos e incluso perderá dinero ‘a largo plazo’ con esta asociación, como él mismo afirmó, y no deja de ser curioso que, con la estructura italiana con una fuerte posibilidad de consagrarse campeona del mundo, con Jorge Martín en destaque, haya esta toma de decisión y separación con Ducati, muy debido precisamente a todo el proceso que involucró la no inclusión de Martín en el equipo de fábrica italiano.
Quien no quiso perder la oportunidad fue Yamaha, que convenció a la dirección de Pramac a unirse a ella y renovar de esta forma su línea de pilotos, y lo hizo con dos pilotos muy experimentados que saben lo que es ganar en MotoGP: Miguel Oliveira y Jack Miller.
El portugués deja Trackhouse Racing y Aprilia tras dos años marcados por inestabilidad y contratiempos más que cualquier otro piloto de la parrilla: muchas lesiones, normalmente causadas no por culpa propia, y una difícil adaptación de la Aprilia RS-GP 22 a la de 24, lo que dificultó todo un proceso de adaptación.
Oliveira cuenta, sin embargo, con más victorias en su currículum que una buena parte de los pilotos de la parrilla y es sobradamente conocido por su capacidad de desarrollar la moto, su instinto cerebral y calculador, y así tendrá su tercera experiencia con un fabricante diferente en la parrilla, después de KTM y Aprilia, uniéndose a Yamaha, un «amor antiguo».
Miller, por su parte, abandona KTM, después de haber tomado precisamente el lugar de Oliveira en el fabricante austriaco, pero nunca mostró completamente su verdadero valor con la RC16, y vuelve a Pramac después de tres años con el equipo italiano, entonces bajo la égida de Ducati. Con cuatro victorias en su haber y experiencia en Honda, Ducati y KTM, Yamaha será el cuarto fabricante diferente que experimentará, y trae conocimientos esenciales para ayudar a recolocar a Yamaha en el camino de los éxitos.
Queda por saber cómo se desarrollará esta asociación, pero Pramac es una estructura super sólida y competente, y puede ser el aliado perfecto para que Yamaha vuelva a su mejor nivel, además de contar con una dupla de pilotos experimentados.