La situación del Pierer Mobility Group no ha sido fácil en los últimos tiempos, con una drástica caída de ventas pasando de un beneficio de 53 millones de euros a una pérdida de 172 millones de euros en la primera mitad de este año en comparación con el mismo período de 2023. Y esto ya ha llevado a despidos y cambios internos. Hubert Trunkenpolz, miembro de la dirección, asumió los problemas y la determinación de superarlos.
En una entrevista al sitio Motorrad Online, el dirigente explicó que la pandemia trajo una oportunidad, pero también un desafío: ‘Tuvimos un ambiente de mercado normal hasta 2018/2019, luego vino el coronavirus y con él una enorme demanda por dos ruedas. Nuestro problema fue de repente tener productos suficientes. Esto fue extremadamente difícil y costoso, debido a las cadenas de suministro interrumpidas. No obstante, todos estaban optimistas y pensaban que las cosas continuarían así’.
La verdad es que el crecimiento en la demanda de motocicletas no continuó después de la pandemia, lo que trajo problemas: ‘Las personas tuvieron ingresos disponibles durante el coronavirus, pero no podían viajar ni participar en varias otras actividades de ocio, por lo que el dinero se gastó en la compra de motocicletas y bicicletas. Eso cambió después del coronavirus. Como las cadenas de suministro estaban funcionando nuevamente, pudimos completar y entregar las motocicletas que aún no estaban completamente ensambladas. Junto con una demanda decreciente, surgió una situación que describiría como muy dramática en términos de inventario’, dijo Trunkenpolz.
E continuó: ‘La consecuencia lógica fue que apoyamos las ventas, ayudamos con financiamiento a los concesionarios y también dimos descuentos. Esto tuvo un impacto muy negativo en nuestro balance porque nuestros márgenes cayeron debido a los descuentos. Afortunadamente, estamos en una posición de gestionar todo esto financieramente por nosotros mismos. Ninguna empresa de Pierer Mobility AG está siquiera remotamente en riesgo’.
La crisis se enfrenta con una reestructuración que busca restablecer un equilibrio entre la demanda y la oferta, incluyendo recortes en la producción y en la mano de obra. A pesar de la reacción, la imagen ya está afectada, como reconoció Trunkenpolz:
– Dañamos la marca KTM con problemas de sobreproducción y calidad, y ahora tenemos que resolver eso. Las motos KTM tienen que incorporar de nuevo la esencia de la marca, a saber, «Ready to Race» [«Listo para Correr»], lo que apoyamos con el deporte. El próximo año comenzaremos con cuatro motos en MotoGP y competiremos nuevamente en AMA Supercross. Husqvarna se concentrará en motocross, GasGas en las clases de entrada en motocross y en enduro, ninguna de ellas hará más carreras de velocidad. La amplia difusión de todas las marcas en el mismo campeonato terminará.