Francesco Bagnaia obtuvo el pasado domingo la victoria en el GP de Alemania de MotoGP, que fue la cuarta consecutiva y sexta en nueve rondas del año hasta ahora. El piloto de Ducati llegó definitivamente a la liderazgo en la penúltima vuelta, aprovechando la caída de Jorge Martín (Prima Pramac/Ducati) después de perseguir al rival durante buena parte de la carrera.
Gigi Dall’Igna, director general de Ducati Corse, se deshizo en elogios al bicampeón de la categoría reina, escribiendo en Linkedin: ‘Su sexta victoria en la temporada de MotoGP, cuarta consecutiva, estableciendo un extraordinario “poker”, es otra obra maestra con el sello distintivo del campeón. También es su primera victoria en Sachsenring, ¡así como la última como… soltero! No podría haber habido una mejor ocasión para negar este tabú, así como para establecer un nuevo récord de victorias con Ducati y asumir el liderazgo en la clasificación del Mundial, a costa de un Martín siempre combativo, veloz e indomable’.
El ingeniero italiano habló luego de la gestión de carrera que Bagnaia hizo: ‘Pecco volvió a gestionar sus recursos y energía con absoluta maestría, siempre creyendo en sí mismo, esperando con lucidez su momento y luego acercándose al líder vuelta tras vuelta, optimizando y esculpiendo cada vuelta con habilidad meticulosa. No olvidemos que también estaba empujando los límites al establecer un ritmo implacable, pero logró mantener esa reserva extra que marcó la diferencia al final. Una victoria que fue la combinación de cabeza y corazón juntos’.
Aún sobre la carrera del ganador del GP de Alemania, Dall’Igna comentó: ‘Pecco está perfectamente consciente de cuándo tiene que atacar y cuándo tiene que gestionar, casi sintiendo lo que está a punto de suceder: pero es su talento, velocidad y valentía para dar ese paso adicional lo que lo completa como campeón absoluto. Él sabe cómo ganar estableciendo un ritmo aplastante desde el principio hasta el final, insostenible para los demás, y al imponer carreras más racionales como esta, en una pista en la que, además, decididamente no éramos favorecidos’.