Miguel Oliveira consiguió algo inédito y que no parece que sucederá de nuevo pronto: ser un portugués que llega al Mundial de MotoGP. El camino hasta la cima no fue fácil, teniendo desafíos naturales en un país que no tiene tradición ni inversión en el motociclismo de velocidad.
El piloto de Trackhouse Racing admitió en una entrevista a MOW Mag que el sueño de llegar al MotoGP parecía casi imposible, ni siquiera teniendo referencias en Portugal:
– Era un sueño demasiado distante decir, «Quiero competir en el Mundial» – precisamente porque ningún portugués había tenido éxito alguna vez. Era visto como una idea imposible. Y luego no teníamos referencias. ¿Dónde pilotar? ¿En qué campeonato? ¿Con qué equipo? No había ninguna infraestructura de deporte motorizado en Portugal.
En este contexto, haber desarrollado la carrera en España desde temprano fue una ayuda, explicó Oliveira: ‘La suerte que tuve fue que desde el inicio pude hacer mi camino en España. Me dejé conocer en España, donde hice varios campeonatos regionales, luego hice el CEV… al final me convertí en medio español’.
Cuestionado sobre el motivo por el cual fue el único portugués en conseguir llegar al MotoGP, el #88 respondió: ‘Es debido a dos cosas. La primera, yo era muy rápido. Al ganar, las preocupaciones sobre encontrar patrocinadores y dinero. ¿La segunda? En Portugal realmente no había un camino para desarrollar jóvenes pilotos’.
E, a lo largo de su trayectoria, Oliveira nunca tuvo la sensación de poder estar más tranquilo con sus posibilidades de llegar a MotoGP: ‘Nunca. Hubo un momento cuando pasé del campeonato regional español al CEV, un momento cuando llegué a una moto de Grandes Premios, con un equipo significativo detrás. Ahí, se volvió un poco más serio, pero nunca tuve la sensación de decir, «Bueno, ahora estoy bien, puedo relajarme». Nunca’.