El año pasado, la Fantic Imola se presentó en el EICMA como concepto, y ahora, 12 meses después, regresa a Milán en la versión final de producción – y en dosis doble: Imola 125 e Imola 500.
Estas son motos de carácter deportivo, con carenados inspirados en Moto2, que no tienen muchas diferencias respecto al prototipo de exhibición. Las dimensiones son compactas, con líneas aerodinámicas y una estructura de monocoque.
La versión 125 está equipada con un motor monocilíndrico de 125 centímetros cúbicos y una potencia de 15 cv, mientras que la Imola 500 tiene un motor monocilíndrico de 500 centímetros cúbicos y una potencia de 48 cv. Está homologada para las normas de emisiones Euro 5+ y cuenta con ride-by-wire.
El chasis tiene una sección superior tipo trellis en acero tubular con placas laterales de aluminio. El brazo oscilante tiene una viga de refuerzo inferior anclada. Hay control de tracción multinivel, ABS en curva y a bordo un panel de instrumentos TFT de cinco pulgadas con conectividad para smartphones a través de Bluetooth.