A partir de enero de 2025, nuevas motos vendidas en la Unión Europea deberán cumplir con normas más estrictas de emisión sonora, con la implementación del reglamento UN-ECE R41.05.
Las nuevas medidas no alteran el límite de ruido permitido, pero amplían las condiciones de las pruebas, que ahora incluirán un rango de velocidades entre 10 y 100 km/h y varios cambios de marcha. Además, estas pruebas serán realizadas por entidades independientes, sustituyendo a los fabricantes en la evaluación de sus propios modelos, lo que busca asegurar mayor precisión en los resultados.
La norma, que ya cubría parcialmente las motos en Europa desde 2016, busca ahora mitigar el impacto sonoro de las motos tanto en áreas urbanas como rurales. Al exigir que las motos sean probadas en más velocidades y en todas las marchas, la UE espera reducir el ruido generado especialmente durante la aceleración, que a menudo es una queja en ciudades y pueblos.
El cambio en el proceso de fiscalización busca dificultar cualquier tipo de ajuste técnico para manipulación de ruido, reforzando el compromiso de la UE en minimizar la contaminación sonora y mejorar la calidad de vida en áreas afectadas por el tráfico intenso de motocicletas.