En los últimos años, los segmentos cruiser y bobber han ganado creciente popularidad en Oriente. Motos inspiradas por esta filosofía, que nació en Estados Unidos bajo las emblemáticas marcas Harley-Davidson e Indian, se están volviendo cada vez más comunes en la cultura motociclística oriental.
Una de las características distintivas de estas motos en el mercado asiático es la cilindrada, frecuentemente limitada a alrededor de 400cc debido a las regulaciones locales. Este factor coloca a estas motos en un contexto diferente de las cruiser americanas originales, no tanto por la potencia – la Lifan V400, por ejemplo, presenta 39,4cv – sino por el valor de par, que está significativamente influenciado por la cilindrada.
A pesar de esto, estas creaciones están proliferando y, para algunos puristas, pueden parecer algo tragicómicas. Sin embargo, este es un fenómeno en crecimiento y hay poco que hacer más que observar. La Lifan V400, con un diseño cuidadosamente elaborado y un total black al estilo Yankee, es un ejemplo notable. Con dimensiones de 2.340 mm de longitud, 980 mm de ancho, 1.090 mm de altura y una distancia entre ejes de 1.560 mm, esta moto impresiona por sus generosas proporciones, excepto por la pequeña cilindrada.
Aunque es improbable que la Lifan V400 se distribuya en Europa, su existencia proporciona una oportunidad para reflexionar sobre la diversidad y la evolución del mundo de las dos ruedas. Mientras el mercado oriental continúa adoptando y adaptando estilos clásicos occidentales, el intercambio cultural en el universo motociclista sigue siendo vibrante y en constante transformación.