El fabricante francés Ateliers acaba de presentar una moto eléctrica que está generando un intenso debate en el sector: la Heritage Spirit Scrambler, un modelo que combina diseño retro con tecnología moderna, pero cuyo precio deja a la comunidad motociclista perpleja.
Con un valor base de 23.450€, este vehículo eléctrico está disponible en dos versiones, denominadas “50cc” y “125cc” – una nomenclatura peculiar para una moto eléctrica, aparentemente elegida para reflejar las categorías de licencia francesa.
La versión “50cc”, limitada a 45 km/h, parece haber sido concebida para aprovechar una especificidad de la ley francesa que permite la conducción sin licencia a personas nacidas antes de 1988. Sin embargo, la ironía no escapa a los especialistas: ¿quién habrá nacido antes de 1988 y estará dispuesto a pagar el equivalente a dos Triumph Scrambler 900 por una moto con una autonomía de solo 80 kilómetros?
A pesar de los componentes premium, como frenos Brembo y suspensión WP, muchos cuestionan la racionalidad de equipar una moto de velocidad limitada con especificaciones propias de motos de alta performance. El fabricante promueve el vehículo como “ideal para paseos de ocio”, pero los críticos señalan que, por este precio, existen alternativas más versátiles en el mercado.
La polémica surge en un momento en que el sector de las motos eléctricas busca afirmarse, planteando cuestiones sobre el posicionamiento de precio y la estrategia de mercado de Ateliers.