Los Estados Unidos de América están considerando una medida controvertida con impacto en la economía, pero pensada por motivos de seguridad. Y podría sacar del país a los fabricantes de motocicletas chinas como CFMOTO o Kove.
La Oficina de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento de Comercio de EE. UU. propone la prohibición de la venta o importación de vehículos conectados que integren componentes de hardware y software que tengan una conexión suficiente con China o Rusia. También se incluye la venta por separado de esos mismos componentes. Si la medida es aprobada, la prohibición de software tendría efecto a partir de los modelos de 2027, mientras que la de hardware sería para los modelos de 2030, o a partir del 1 de enero de 2029 en el caso de los vehículos sin un año de modelo.
El BIS considera que hay algunas tecnologías provenientes de China y Rusia que constituyen ‘riesgo excesivo para la infraestructura crítica de EE. UU. y para aquellos que utilizan vehículos conectados’. Se enfocan en hardware y software integrados en el Sistema de Conectividad del Vehículo (VCS) y software integrado en el Sistema de Conducción Automatizada (ADS) – subrayando el BIS que ‘el acceso malicioso a estos sistemas podría permitir a adversarios acceder y recopilar nuestros datos más sensibles y manipular remotamente coches en las carreteras estadounidenses’.
Pero esta regla propuesta no se aplica solo a coches, sino a ‘todos los vehículos con ruedas para carretera’. Quedan excluidos ‘vehículos no utilizados en carreteras públicas como vehículos agrícolas o de minería’.
¿Qué puede significar esto en el mercado de las motocicletas? CFMOTO tiene el sistema T-Box y la app Ride que se ajustan a esta descripción, al igual que Kove, que cuenta con varios modelos equipados con sistemas de conectividad Bluetooth y GPS que se pueden conectar a una app.
Gina Raimondo, secretaria de Comercio de EE. UU., defendió: ‘Los coches de hoy tienen cámaras, micrófonos, rastreo GPS y otras tecnologías conectadas a internet. No se necesita mucha imaginación para entender cómo un adversario extranjero con acceso a esta información podría representar un serio riesgo tanto para nuestra seguridad nacional como para la privacidad de los ciudadanos de EE. UU. Para abordar estas preocupaciones de seguridad nacional, el Departamento de Comercio está tomando medidas orientadas y proactivas para mantener fuera de las carreteras estadounidenses las tecnologías fabricadas en China y Rusia’.