Honda tiene en Sakura un proyecto piloto que puede ser el futuro de la movilidad eléctrica. Es una línea de producción de demostración, que utiliza equipos y métodos para la producción en masa de baterías de estado sólido – con el objetivo de iniciar la producción ya en enero.
Este tipo de tecnología es vista como fundamental para los vehículos eléctricos, resolviendo limitaciones de las actuales baterías de iones de litio al ser más pequeñas, más ligeras, más resilientes, así como cargarse más rápido. Son más baratas y el riesgo de incendio es más bajo.
Con el electrolito sólido y no líquido, las baterías de estado sólido no requieren un separador y tampoco tienen un líquido inflamable, por lo que pueden soportar temperaturas más altas. En consecuencia, el tiempo de carga también puede ser menor y no hay necesidad de una protección tan grande contra impactos.
En una fase inicial, Honda espera reducir el tamaño de las baterías a la mitad y disminuir el precio en un 25 por ciento para el final de la década. Para 2040, espera que sean un 60 por ciento más pequeñas y un 40 por ciento más baratas.
Por ahora, la nueva fábrica es una infraestructura de demostración, con todo el equipo a escala de producción que puede pasar a la actividad tan pronto como todo esté operativo.