El pasado viernes, se revelaron las cifras astronómicas de la deuda de KTM AG y sus dos filiales, que totalizan casi tres billones de euros. Y el MotoGP se verá afectado.
Según el sitio Motorsport.com, se tomó la decisión de detener el desarrollo de las motos de MotoGP, siendo una de las medidas del plan para mantener en pie el proyecto deportivo incluso en el contexto de la insolvencia.
En noviembre pasado, al margen del GP Solidario de Barcelona, se llevó a cabo una reunión en las instalaciones de KTM, en la que los responsables del MotoGP fueron informados sobre la situación financiera de alto riesgo, quedando las garantías de que el constructor austríaco continuará en el campeonato.
En esa reunión, también se discutió la pausa en el desarrollo de las motos durante el invierno. Ya en la prueba de Barcelona, casi ninguna pieza nueva fue probada, y los pilotos de prueba Dani Pedrosa y Pol Espargaró no participaron.