En el año en que Kawasaki celebra el 40º aniversario de la icónica Ninja, el lanzamiento de la versión eléctrica E-1 está generando reacciones contradictorias en el mundo del motociclismo. La nueva propuesta de la marca japonesa, que mantiene la estética característica de la familia Ninja, presenta especificaciones que dejan a los entusiastas escépticos.
Con solo 9 kW de potencia (equivalente a 12 caballos) y una autonomía estimada de 64 kilómetros, la Ninja E-1 parece distanciarse significativamente del espíritu deportivo asociado al nombre Ninja. A pesar del peso contenido de 140 kilos y del par motor de 40 Nm, el precio cercano a los 8.000 dólares en EE. UU. plantea interrogantes sobre su posicionamiento en el mercado.
La moto ofrece características interesantes, como dos baterías removibles con posibilidad de carga dentro o fuera del vehículo, modo de caminata y marcha atrás. Sin embargo, según el análisis del especialista en vehículos eléctricos Sur Ronster, estas funcionalidades no compensan las limitaciones de rendimiento.
Aunque la Ninja E-1 puede ser una opción para nuevos motociclistas o para desplazamientos urbanos, su precio elevado y las especificaciones modestas parecen contradecir el legado de la marca, conocida por motos deportivas de alto rendimiento.