Desde que en 2015 se estrenó en MotoGP, Jack Miller ha pasado por tres constructores diferentes. En 2025, pilotará una Yamaha, concretando así un sueño que tenía desde hace muchos años.
El piloto, que aún está en Red Bull KTM, comenzó en los equipos satélite de Honda (LCR y Marc VDS), uniéndose después a Pramac en la era Ducati, antes de pasar al equipo de fábrica de Ducati – de donde salió para unirse a KTM en 2023.
Después de dos años complicados con el constructor austriaco, Miller casi se quedó sin lugar para 2025, pero encontró una vacante en un equipo que ya conoce – Pramac. Sin embargo, a partir del próximo año será satélite de Yamaha, como una especie de segundo equipo de fábrica.
Y, de este modo, Miller concreta el sueño de competir para el constructor de Iwata: ‘Es genial tener la oportunidad de trabajar con una marca tan histórica y prestigiosa y poder ayudar. Ellos están esforzándose mucho en Japón, tratando de repetir lo que hicieron hace algún tiempo. Personalmente, quería pilotar esta moto desde que subí a la clase reina’.
El australiano mencionó después a los pilotos que inspiraron esa ambición: ‘En ese momento, yo estaba siguiendo al personal del equipo Tech3, así como a Jorge Lorenzo y Valentino Rossi, y pensaba que tenía que ser una gran moto para pilotar, por eso estoy emocionado de poder hacerlo’.