Una Honda NSR500V, una de las motos más emblemáticas de la historia del motociclismo, está nuevamente en el centro de atención. Creada para competir en el legendario Campeonato Mundial de 500 cc de los años 90, esta máquina no solo definió una época, sino que también sigue siendo un objeto de deseo. Ahora, 27 años después de su debut, una unidad prácticamente nueva se encuentra en subasta, ofreciendo a los coleccionistas la oportunidad única de adquirir un verdadero ícono de dos ruedas.
El Contexto de una Leyenda
En los años 90, el Campeonato Mundial de 500 cc era la cúspide de las competiciones de motociclismo. Sin embargo, las motos de fábrica, como la imponente NSR500 tetracilíndrica, estaban fuera del alcance de muchos equipos privados debido a su elevado costo y complejidad técnica. Para democratizar el acceso a la competición, Honda desarrolló la NSR500V, una alternativa más accesible e igualmente competitiva.
El secreto de esta moto residía en la simplicidad de su diseño y en su ligereza. Equipado con un motor bicilíndrico en V a 100 grados, ofrecía 135 cv de potencia, inferior a los más de 180 cv de la tetracilíndrica, pero compensaba con un peso significativamente menor. Mientras que las tetracilíndricas debían pesar 130 kg, la NSR500V presentaba solo 102 kg, una diferencia crucial que la hacía imbatible en circuitos técnicos, donde la agilidad era esencial.
Un Inicio Prometedor
El estreno de la NSR500V ocurrió en 1996, en el Gran Premio de Malasia, con una actuación que sorprendió al mundo del motociclismo. En manos de Tadayuki Okada, la moto alcanzó una pole position inesperada, superando incluso a Mick Doohan y Àlex Crivillé, que competían con las poderosas tetracilíndricas NSR500. A pesar de no haber dominado el campeonato, la NSR500V demostró ser una máquina competitiva y ganó su lugar en la historia de las carreras.
De la Competición al Coleccionismo
Entre 1996 y 2001, Honda produjo solo 22 unidades de la NSR500V, convirtiéndola en un objeto raro y valioso para coleccionistas. La unidad actualmente en subasta se destaca por ser el primer ejemplar producido, concebido originalmente para exhibiciones y eventos. Esta moto nunca ha sido utilizada en pista y se mantiene en estado casi intacto, con plásticos protectores aún en las entradas de los carburadores.
No obstante, los años de exposición han dejado algunos signos de desgaste: un pequeño abolladura en el depósito, arañazos en el carenado inferior y la necesidad de reemplazar el cable del acelerador. Además, para volver a operar, la moto necesitará una revisión completa, incluyendo el cambio de líquidos, neumáticos y una inspección del motor.
Una Obra de Ingeniería Atemporal
El diseño de la NSR500V refleja el compromiso de Honda con el rendimiento y la innovación. El motor bicilíndrico V-Twin era compacto y potente para su época, mientras que el chasis de aluminio y el subchasis de fibra de carbono garantizaban una estructura ligera y rígida. Los frenos, suspensiones y las llantas de magnesio, diseñadas específicamente para la competición, completaban un conjunto impresionante que aún hoy deja a cualquier entusiasta del motociclismo extasiado.
La Última Oportunidad de Adquirir la Historia
Actualmente, el valor de la moto en subasta ya supera los 160 mil euros, con el plazo para las pujas terminando el 7 de diciembre. Dado el interés generado, es probable que el precio siga subiendo, lo cual no sorprende: las oportunidades de adquirir una moto de Gran Premio en estado prácticamente nuevo, después de casi tres décadas, son extremadamente raras.
Esta pieza única se encuentra disponible a través de la plataforma Iconicmotorbikeauctions, lista para encontrar un nuevo hogar y perpetuar su leyenda entre los coleccionistas y amantes de las dos ruedas.
Fuente: Iconicmotorbikeauctions