Fabio Quartararo tendrá un año decisivo en MotoGP en 2024, especialmente en lo que respecta a la decisión sobre su continuidad en Yamaha… o no. Buscando volver a las posiciones de liderazgo en el campeonato y las actuaciones que le valieron el título mundial en 2021, existen muchas expectativas en torno al francés, pero aún más en torno a Yamaha.
Esta próxima temporada será realmente crucial para el francés, quien sigue (des)esperando por mejoras reales en la Yamaha M1: si antes pedía más potencia, en parte el fabricante japonés logró entregar eso, pero por otro lado, sigue faltando agarre en diversas ocasiones, lo que dificulta la tarea de Quartararo para seguir el ritmo de los demás competidores.
Quartararo tuvo un quinto lugar como mejor resultado en 2023, aunque en 2021 fue campeón y en 2022 llegó a liderar el campeonato con una amplia ventaja sobre Pecco Bagnaia, pero 2023 fue un verdadero desastre, terminando en 10º lugar.
Tres terceros lugares los domingos y un tercero en las carreras Sprint, y al observar las velocidades medias en diversas carreras, Quartararo se encuentra constantemente en la mitad de la tabla o en el último tercio, lo que demuestra esta debilidad de su moto, lo que incluso da más valor a lo que el piloto mismo hace, pero las victorias morales no son algo que el ex campeón del mundo quiera.
Después de que ya se han escuchado algunos rumores sobre un eventual “ultimátum” por parte de Quartararo a Yamaha, en el que la falta de una moto verdaderamente competitiva lo hará considerar buscar otras oportunidades, el fabricante japonés está trabajando arduamente para proporcionar a sus pilotos un equipo más capaz, algo en lo que Cal Crutchlow, piloto de pruebas, ha estado trabajando mucho.
Los tests en Valencia no convencieron al 100% a Quartararo, con el piloto afirmando que la moto todavía estaba ‘muy lejos’ de la competencia, y revelando incluso que ‘esperaba más’, sin olvidar que hubo ‘algunas mejoras’.
Recordemos las palabras del francés después de los tests en Valencia: ‘Claro que también esperaba más… no era realmente una gran expectativa de este test. Pero siempre intentamos mirar hacia arriba y, claro, para mí, fue una mejora. Pero la realidad es que todavía estamos tan lejos como antes. Pero es verdad que yo, como piloto, quiero correr y luchar por las victorias. Y si tengo que hacer pruebas extra para tener un buen rendimiento, no me importa hacerlo. Pero tenemos que trabajar arduamente y con una idea clara de lo que necesitamos para volver’.
Aunque haya mencionado puntos positivos, queda por saber qué moto presentará Yamaha en 2024 y si tiene los ingredientes suficientes para avivar tanto el apetito de Quartararo en el presente como para hacerle pensar en la renovación para 2025 y después.