Fueron necesarios varios años hasta que Suzuki nos brindara con un modelo totalmente nuevo y acorde a las necesidades del mercado, pero en el salón EICMA de 2022 la marca japonesa logró sorprender a todos con una naked y una trail totalmente nuevas. A continuación, hablaremos sobre la más rebelde de las dos.
Dejando atrás el famoso bicilíndrico en V, Suzuki apuesta ahora por un motor, también de dos cilindros, pero en paralelo de 776 cc. La GSX-8S es una moto totalmente nueva, que cuenta no solo con un nuevo corazón, sino también con un chasis construido desde cero que se presenta como plataforma para la V-Strom 800 DE, que mostraremos en la próxima edición.
INGENIERÍA SUZUKI
Si hay algo por lo que Suzuki siempre ha sido aclamada es por su confiabilidad y capacidad para construir motores de gran calidad a nivel técnico. Es demasiado pronto para hablar de confiabilidad en este nuevo bloque, pero aún así es notable la atención al detalle de la marca japonesa en ciertos componentes que, a menudo en la competencia, parecen ser colocados casi al azar o como un recurso. Dicho esto, este motor bicilíndrico en paralelo tiene 776 cc, como se mencionó, y produce 83 CV a 8.500 rpm, con un par máximo de 78 Nm a 6.800 rpm. Los números pueden no ser los más altos de su clase, pero la desfasación del cigüeñal a 270º permite que este motor tenga un sonido y comportamiento muy similar a un motor en V, siendo los regímenes bajos y medios los puntos destacados de este bloque, que se mostró muy disponible y receptivo, con mucho par entrando en acción desde el principio, lo que permite conducir a velocidades reducidas en marchas altas sin perder respuesta del motor.
La tecnología Suzuki Cross Balancer – contrapesos internos para cancelar las vibraciones y reducir la vibración del motor – también se hizo sentir, porque si las vibraciones existen en este motor no dieron señales de vida durante todo el día, haciendo que todos los kilómetros sean agradables y libres de cualquier molestia que pudiera surgir de las irritaciones causadas por el motor. Pero tal vez debido a las restricciones, este nuevo bloque de Suzuki parece perder algo de potencia a altas revoluciones, aunque sus 83 CV se anuncian a 8.500 rpm. En ese momento, sentimos que solo estamos girando el acelerador sin realmente extraer algo del motor.
PRECISIÓN
Como ya mencionamos, Suzuki optó por hacer una moto totalmente nueva. Y con esta GSX-8S, también nació la V-Strom 800 DE – y probablemente más modelos de los que escucharemos hablar en un futuro cercano – que cuenta con el mismo motor y el mismo chasis, siendo la diferencia en el subchasis y el brazo oscilante (y naturalmente en las suspensiones). En el caso de la moto naked, encontramos suspensiones invertidas KYB en la parte delantera (no ajustables) y un monoamortiguador, también KYB, ajustable solo en la precarga del muelle. Y a pesar de la falta de ajustes, el conjunto se comporta muy bien y ofrece una gran precisión al entrar en las curvas, algo que se amplía por los frenos que, aunque no son extremadamente potentes, ofrecen un buen tacto y la potencia adecuada para la GSX-8S, permitiendo mayores aventuras.
La parte delantera nos hace sentir rápidamente “en casa” y podemos comenzar a tratar a esta Suzuki de manera muy natural, a ritmos bastante altos. Su conducción requiere un enfoque casi como si fuera una moto de 400 cc, con una buena velocidad de entrada en la curva, manteniendo esa misma velocidad y aprovechando todo el impulso para describir la trayectoria perfecta. En la salida, el quickshifter bidireccional nos pedirá muchos cambios de marcha, pero tenemos que decir que se mostró algo brusco en su activación, siendo necesaria cierta fuerza en los cambios de marcha. Aun así, por encima de las 5.000 rpm, sentimos que todo se vuelve más fácil. Pero todo esto, desde la entrada en la curva, el trazado de la trayectoria y la salida, se hace con una enorme estabilidad por parte de la GSX-8S, que ofrece una distancia entre ejes un poco mayor que la habitual en las naked de esta categoría, lo que puede asustar en el papel, pero en la práctica no sentimos que haya tenido influencia en la agilidad de la moto, ofreciendo incluso más confianza en toda la conducción. Esta mayor distancia también ofrece más estabilidad en línea recta, incluso con el pavimento más degradado.
LO ESENCIAL TECNOLÓGICO
La verdad es que para lo que estábamos acostumbrados a ver en las motos de Suzuki, esta GSX-8S tiene mucha tecnología y, sobre todo, tiene todo lo que se exige mínimamente al consumidor actualmente. El panel es una nueva pantalla TFT de 5″, que aunque no tiene conectividad con el teléfono móvil debido a la contención de costos y al propósito de la moto, tiene mucha información y se lee bien en todas las condiciones. A través de esa misma pantalla TFT también podemos controlar tres modos de conducción diferentes, donde la potencia no cambia, sino la forma en que se entrega, y tres modos de control de tracción, que se pueden desactivar. Las diferencias son muy evidentes en los modos de conducción, siendo el modo A el más agresivo, donde sentimos que la potencia se entrega de forma más repentina, mientras que los modos B y C son más lineales. Nos encontramos utilizando el modo B el 90% del tiempo porque es el más equilibrado entre lo que solicitamos y lo que la moto ofrece. El modo C puede ser de gran ayuda para conductores menos experimentados o en trayectos urbanos.
¿VALIÓ LA PENA LA ESPERA?
La respuesta es simple, ¡sí! Nunca hubo dudas del potencial de Suzuki para hacer motos modernas, innovadoras y con excelentes capacidades para superar a la competencia, y la prueba de ello fueron los años 90 y principios de los años 2000. Pero la verdad es que la marca japonesa pasó por dificultades que la obligaron a quedarse un poco rezagada en comparación con la competencia, y pocos creían en su renacimiento. Con la salida de MotoGP, según la marca, el objetivo es volver a apostar todas las fichas en el mercado global, con motos más eficientes e innovadoras. La GSX-8S resultó ser lo que prometía en papel. Ni más, ni menos.
Sin embargo, lo que Suzuki también promete es ser una nueva referencia en el segmento, y ahí, tendremos que esperar uno o dos comparativos (sí, los que están pensando) para sacar la prueba de los 9. Lo que podemos decir, para terminar, es que la marca japonesa hizo un excelente trabajo y demostró tener en esta moto una excelente base para trabajar en el futuro. A pesar de su aparente simplicidad, todo funciona bien y el producto final presenta la calidad a la que Suzuki ha acostumbrado a sus clientes en el pasado, con la tecnología del presente. En resumen, la Suzuki GSX-8S será una moto para los amantes de las naked con cierta madurez en el mundo de las dos ruedas, y que no busquen una moto exuberante y extremadamente reactiva a cualquier estímulo.
SUZUKI GSX-8S
MOTOR 2 cilindros en línea, refrigeración líquida
CILINDRADA 776 cc
POTENCIA 61,9 kW (83,1 cv) @8.500 rpm
BINARIO 78 Nm @6.800 rpm
CAJA 6 velocidades
CUADRO tubular de acero
DEPÓSITO 14 litros
SUSPENSIÓN DELANTERA horquilla invertida KYB de 43 mm, recorrido de 130 mm
SUSPENSIÓN TRASERA monoamortiguador KYB con ajuste en la precarga del muelle
FRENO DELANTERO 2 discos de 310 mm, pinzas de 4 pistones Nissin
FRENO TRASERO disco de 240 mm, pinza de 1 pistón
PNEU DELANTERO 120/70 – 17
PNEU TRASERO 180/55 – 17
DISTANCIA ENTRE EJES 1.460 mm
ALTURA DEL ASIENTO 810 mm
PESO 202 kg
P.V.P. (desde) 8.999€