Después del título Mundial de MotoGP conquistado en 2024, con Pramac Racing/Ducati, Jorge Martín admite que está bien con los pies en la tierra ante sus reales posibilidades para 2025, siendo que estar en la lucha por el título no pasará de una ilusión. Con una moto que luchó ‘por el octavo o noveno lugar’, el piloto mantiene aún así la esperanza… para 2026.
El español que se dirige a Aprilia Racing después de haber sido una vez más relegado a un lugar en Ducati oficial, explicó anteriormente citado por Todocircuito que tendrá un ‘desafío enorme’, ya que tendrá una moto con menos competitividad que luchaba por poco más que el top diez en términos generales. Y si el segundo lugar, admitió, será ya motivo de celebración, si hubiera continuado con una Ducati el objetivo sería otro.
‘Si empiezo en quinto y acabo ganando carreras, estaré muy orgulloso. O si consigo quedar en segundo. Lo más importante será seguir adelante’, dijo el español, recordando así que si todavía tuviera una Desmosedici en su posesión, sería diferente: ‘Si hubiera continuado con una Ducati, el objetivo habría sido el mismo: dar siempre lo mejor’.
No obstante, hay una esperanza al final del túnel, con 2025 que podría ser, espera, un año de preparación para un regreso a la lucha: ‘Pero aquí, además de eso, tengo que aprender cómo funciona la nueva moto y adaptarme. Quizás en 2026 pueda pensar más en eso y tratar de luchar por el campeonato’.