En 2017, Maverick Viñales se mudó de Suzuki a Yamaha en MotoGP. Dos victorias al inicio de la temporada hacían prever un campeonato fuerte, pero eso no sucedió – siendo afectado por dificultades con la moto y por los constantes cambios en la misma.
En el documental «Maverick: Dos Vidas», de DAZN, el español recordó su llegada al constructor de Iwata: ‘Cuando entré en Yamaha, entré como un misil, con la idea clara y un objetivo muy claro: quiero ser campeón del mundo, no quiero ser otra cosa, no me hagan ser otra cosa’.
El primer contacto con la moto fue alentador, pero rápidamente las cosas comenzaron a tomar un rumbo menos favorable, según contó Viñales: ‘Quería trabajar con la moto que Jorge Lorenzo dejó, les dije que me trajeran esa misma moto para Qatar, que con ella iba a ganar el Mundial. Llegué a Sepang, y ¿dónde está esa moto? Es que tenía que competir con la nueva. Los japoneses requieren mejoras constantes. Y les dije que quería otra’.
Y las dificultades fueron muchas a lo largo de 2017: ‘Recuerdo que en Montmeló fue una carrera muy difícil por los errores. Y ahí comenzó una marea de cambiar las cosas. Probé cinco chasis y ya no entendía nada. Llegué a Assen y competí con un chasis con el que solo hice dos vueltas y caí. Perdí 25 puntos, porque la habría ganado. Comenzaron a cambiar muchas cosas y fue muy complicado. Ese año me frustró mucho porque cuando empecé ese año, sabía que iba a ganar. Me dolió mentalmente’.