La última etapa del 9.º Portugal de Lés-a-Lés Off-Road sorprendió a los participantes con un clima atípicamente fresco y lluvioso, en contraste con el calor y el polvo habituales en las llanuras alentejanas. Este cambio climático proporcionó mejores condiciones de conducción al inicio del recorrido entre Alandroal y Albufeira, especialmente para los madrugadores.
El día comenzó con un trayecto por la N373, intercalado con tramos de tierra batida para animar a los motociclistas. El recorrido estaba repleto de puntos de interés histórico, incluyendo las ruinas de la Ermita y Albergaria de Santa Marina, el Santuario Endovélico de la Rocha da Mina, el Puente de los Ouros y el castro del Castillo Viejo de Lucefecit.
Los participantes siguieron rumbo al sur, contorneando el Redondo y pasando por la albufeira de la Vigia. En Viana do Alentejo, pudieron vislumbrar el castillo del siglo XIV, antes de hacer una pausa en la Albufeira de Odivelas, donde Honda instaló un puesto de abastecimiento.
El recorrido prosiguió por Aljustrel hasta Grandaços, donde la Federación de Motociclismo de Portugal (FMP) instaló su famoso restaurante ‘Oásis de Sonho’. Muchos participantes aprovecharon para visitar la taberna del Tío Raúl, un establecimiento genuino que cautivó a los visitantes.
La ruta continuó por Ourique y Almodôvar, pasando cerca del histórico Poblado de las Mesas del Castelinho. La etapa final llevó a los motociclistas a través de la Serra do Caldeirão, incluyendo un paso cercano al Alto do Malhão, conocido punto de referencia para el ciclismo en el Algarve.
El día terminó con una parada en las piscinas naturales de la Ribeira de Alte, seguida de un tramo final en asfalto hasta la Plaza de los Pescadores, en Albufeira. Allí, los participantes celebraron el fin de una edición más del Lés-a-Lés, recordando ediciones anteriores que también pasaron por esta ciudad algarviana.
El evento concluyó con la promesa de regresar en octubre de 2025 para conmemorar la primera década de esta gran aventura todo terreno nacional.