Hace seis años, Aryna Sabalenka estaba a punto de convertirse en una fuerza global del tenis cuando su mundo se volvió del revés. La potencia bielorrusa sufrió una tragedia personal inimaginable: el repentino fallecimiento de su padre, Sergey Sabalenka, a tan solo 43 años.
Un ex jugador de hockey, Sergey cayó gravemente enfermo de meningitis, y su muerte repentina devastó a Sabalenka, quien tenía un vínculo extremadamente cercano con su padre. A pesar del desgarro, canalizó su dolor en una de las carreras más notables del tenis moderno, ganando múltiples Grand Slams y alcanzando el puesto número 1 del mundo.
Pero detrás de su estilo de juego feroz y agresivo y sus celebraciones en la cancha, Sabalenka mantiene un ritual profundamente personal oculto del ojo público: sus tributos silenciosos al hombre que inspiró su carrera.
El Ritual Oculto de Sabalenka: Un Tributo Silencioso en la Iglesia
En una entrevista exclusiva con Flaunt Magazine, Sabalenka reveló un lado de sí misma que pocos habían visto. Compartió que, a pesar de ser abierta sobre muchos aspectos de su vida, nunca habla públicamente sobre uno de sus rituales más íntimos: visitar la iglesia para honrar la memoria de su padre.
«Soy realmente abierta,» dijo la campeona de dos veces del Abierto de Australia. «Pero tengo que decir que, cuando perdí a mi papá, de vez en cuando, iba a la iglesia y ponía una vela en su memoria y en la memoria de mi abuelo.»
A diferencia de muchos atletas que comparten cada detalle de sus viajes personales y espirituales, Sabalenka prefiere mantener esta parte de su vida en privado.
«Es algo que nunca muestras en las redes sociales. No voy a ser la que esté en la iglesia grabando.»
Sus palabras revelan una lucha profundamente personal, una que ha navegado fuera del ojo público mientras continúa dominando el mundo del tenis.
Una Promesa a Su Padre—Y un Cumplimiento de Grand Slam
Mucho antes de convertirse en un nombre conocido, Sabalenka había hecho un voto a su padre—uno que alimentaría su impulso implacable.
Le prometió a Sergey que ganaría dos títulos de Grand Slam antes de cumplir 25 años.
Durante años, pareció un sueño descabellado, ya que los desengaños en Grand Slam se acumulaban a pesar de su talento. Pero en enero de 2023, finalmente cumplió su promesa, asegurando su primer título importante en el Abierto de Australia tras una épica batalla contra Elena Rybakina.
Un año después, cementó su dominio, defendiendo su título en Melbourne Park en 2024, apenas cuatro meses antes de cumplir 26. La promesa se cumplió—pero la pérdida de su padre sigue siendo una fuerza impulsora detrás de todo lo que hace.
Una historia de fuerza, pérdida y triunfo
El viaje de Sabalenka hacia la cima ha sido todo menos fácil. Detrás de su característico rugido, golpes de fondo estruendosos y juego sin miedo, hay una historia de duelo, resiliencia y devoción silenciosa.
Mientras continúa persiguiendo más títulos y solidificando su legado, una cosa es clara—el recuerdo de su padre está eternamente entrelazado en su viaje, tanto en el triunfo como en la tragedia.