En 1992, Honda lanzó la CB400 Super Four, que se convirtió en un gran éxito en el mercado de motos naked. A lo largo de los años, el modelo pasó por varias evoluciones, incluyendo cambios menores y una renovación completa.
Tres años más tarde, en 1995, Honda lanzó la Versión R de la Super Four, con mejoras significativas en el motor y el chasis, pero no todo tuvo un feedback positivo por parte de sus fans y público, especialmente el faro cuadrado.
En respuesta y con el objetivo de «borrar» una imagen no tan positiva ante su público, Honda rápidamente lanzó la Versión S en 1996. Esta versión mantuvo las mejoras técnicas de la Versión R, pero reintrodujo el faro redondo tradicional; además, las modificaciones no se detuvieron ahí: la nueva versión incluyó frenos Brembo de alta calidad, y la diferencia en el precio final para el cliente no fue exorbitante en comparación con el modelo estándar.
¿El resultado? La Versión S se volvió extremadamente popular, prácticamente sustituyendo al modelo estándar, y demostró que «pequeños» ajustes en un producto exitoso pueden ser la clave del éxito.
Y fue precisamente ese éxito de la Versión S, tan grande, que otros fabricantes tuvieron dificultades para competir. Honda mantuvo el interés de los consumidores lanzando ediciones limitadas, incluyendo un modelo conmemorativo del 50º aniversario.
En 1999, Honda lanzó una nueva generación de la CB400 Super Four con tecnología Hyper VTec, marcando el fin de la era de la popular Versión S.
Si había dudas sobre cómo las marcas tienen la capacidad de reinventarse y estar en la cima, el caso de este modelo y de cómo la moto «R» fue mejorada a «S» demostró que pequeños cambios de diseño, combinados con mejoras técnicas, pueden tener un impacto significativo en el éxito de un modelo de moto.
Versión R de la Honda CB400 Super Four (Fuente de la imagen: Ride-Hi)