Mesmo com o novo sistema de concessiones de desarrollo, Honda y Yamaha todavía no han logrado volver a tener éxito en MotoGP hasta ahora en 2024. Y ya hace más de un año que un constructor japonés no gana en la categoría reina.
Claramente inferiores a los europeos (Aprilia, Ducati y KTM), aún necesitan tiempo para aprovechar las ventajas proporcionadas por el hecho de estar en el nivel con más concesiones otorgadas. Desarrollar una moto es un proceso largo, que implica prueba y error y tiempo de concepción y producción de soluciones.
Mientras tanto, continúa el camino difícil, con los pilotos de Honda y Yamaha limitados en sus ambiciones en la pista: en la mayoría de los Grandes Premios, luchar por puntos es un logro en el caso de Honda, mientras que en Yamaha, Fabio Quartararo muestra, a veces, ser capaz de llegar al top diez.
Lo que está lejos son los podios y las victorias. Y en cuanto a las victorias, hace 496 días que no hay una moto japonesa en lo más alto del podio de una carrera principal. La última vez fue en la victoria de Álex Rins con la LCR Honda en el Gran Premio de las Américas del año pasado. Es decir, hace un año y cuatro meses. Yamaha atraviesa un ayuno aún más prolongado: no gana hace 797 días, desde que Fabio Quartararo se llevó la victoria en el Gran Premio de Alemania de 2022.
Quer Honda, quer Yamaha, estão a reagir, com grandes mudanças internas – a Honda estará a trabalhar na criação de uma base europeia em Milão, enquanto a Yamaha já contratou técnicos europeus de topo como Max Bartolini. Agora, será uma questão de tempo até ver os resultados deste trabalho, sendo improvável que o «calvário» dos japoneses dure para sempre. O MotoGP é feito de ciclos. O exemplo da Aprilia mostra que, com trabalho e persistência, é possível recuperar: até 2021 poucos imaginariam o construtor de Noale a lutar nos lugares cimeiros, e agora está a tentar ombrear com a KTM e Ducati nessa zona da classificação.