El GP Solidario de Barcelona será el último para Aleix Espargaró como piloto de MotoGP. En 2025, el español se convertirá en piloto de pruebas de Honda y, aunque podría participar en wildcards, esta será su última participación como piloto a tiempo completo.
Así, llega a su fin el recorrido del aún piloto de Aprilia, 20 años después de haber comenzado en los Mundiales. Fue el 28 de octubre de 2004, en la primera sesión de entrenamientos libres del GP de Valencia de 125cc, que Espargaró rodó por primera vez en un Mundial, en ese momento como wildcard tras haber sido campeón del CEV 125cc ese mismo año.
Después de una temporada y media en 125cc, en 2006 se trasladó a 250cc. El natural de Granollers nunca tuvo resultados muy expresivos en ninguna de las categorías jóvenes, siendo un piloto de “mitad de tabla”.
De hecho, en 2009 solo participó en dos carreras como sustituto en 250cc y fue piloto de desarrollo de lo que sería la futura clase intermedia – Moto2. Pero se dio un punto de inflexión cuando, en agosto de 2009, Pramac lo anunció para el puesto de Mika Kallio (quien había sustituido temporalmente al lesionado Casey Stoner en el equipo de fábrica).
Más tarde, el 6 de octubre, se anunció el acuerdo entre Espargaró y Pramac para 2010, con el #41 disputando también dos rondas más de esa temporada en reemplazo del lesionado Niccolò Canepa.
El primer paso de Espargaró por la clase reina fue breve, descendiendo a Moto2 en 2011… antes de volver a MotoGP en 2012. Para quedarse. El recorrido se reinició con ART, siendo el más fuerte de los pilotos de los equipos de especificación CRT. Y fue como piloto Open que, en 2014, alcanzó su primer podio al ser segundo en el GP de Aragón.
Una vez más, dominó entre los pilotos de la «segunda categoría» dentro del MotoGP – ahora Open – y el trabajo finalmente dio frutos: en 2015 se convirtió en piloto de fábrica de Suzuki, que estaba iniciando su proyecto en MotoGP. Allí, continuó siendo un piloto regular de top diez, pero no regresó a los podios.
En 2017, Espargaró decidió abrazar aquel que sería el proyecto que marcaría para siempre su carrera, al unirse a Aprilia. En ese momento, el fabricante de Noale no contaba con un equipo totalmente de fábrica, compitiendo con la estructura de Gresini.
La RS-GP era una de las motos más débiles del pelotón, pero incluso después de momentos difíciles en los que casi se rindió, Espargaró persistió. Y los esfuerzos fueron recompensados. El crecimiento comenzó a verse, en 2021 alcanzó su segundo podio, y al año siguiente su primera victoria de siempre en Argentina.
Los podios en 2022 fueron regulares durante la primera mitad de la temporada – llegó a parecer un posible candidato al título – pero después de la pausa de verano se rompió. En 2023, el #41 logró dos victorias más, y este año está siendo el más difícil desde 2021. Aún así, ya tiene dos pole positions y una victoria en carrera Sprint.
El destino quiso que el final de la temporada acabara siendo en Barcelona, a raíz de la cancelación del GP de Valencia debido a los efectos de la tormenta Dana. Un final poético para Espargaró, en el circuito cercano al cual creció en su infancia y comenzó a desarrollar su gusto por el deporte motor.