El año 2023 fue de altos y bajos para Fabio Di Giannantonio, donde principalmente el sentimiento más grande probablemente fue el de incertidumbre sobre su continuidad o no. El piloto siempre fue dejado de lado mientras los equipos anunciaban contrataciones y renovaciones de contrato con sus pilotos y su lugar en MotoGP era una incógnita, sin embargo, un final de temporada exitoso sirvió como un impulso para lo que vendría después, con su colocación en un equipo de Ducati.
La temporada no comenzó de manera negativa para el entonces piloto de Gresini, ya que se mantuvo entre los diez primeros en las primeras cinco carreras, pero en comparación directa con las otras Ducati, en general era el menos destacado en la pista, lo que en parte enaltecía a los otros pilotos con Desmosedici, y los resultados funcionaban “en su contra”, ya que no podía lograr los mismos resultados en general con el mismo equipo o similar.
A medida que el año llegaba a la mitad y los equipos comenzaban a prepararse para 2024, Gresini confirmó la continuidad de Álex Márquez y jugaba con el momento adecuado, soñando con… Marc Márquez.
Los demás lugares del paddock se fueron llenando, con algunos cambios habituales y la confirmación de nuevos pilotos en Ducati (Franco Morbidelli de Yamaha a Pramac), y otros tomando un camino diferente e incluso considerado “extraño”, como sucedió con Johann Zarco, de Pramac Racing, con la última Desmosedici de fábrica, que se trasladó a LCR Honda). Los movimientos y cambios continuaron y DiGia “solo” observaba lo que sucedía, sin saber su propio futuro.
Mientras tanto, y con la parrilla prácticamente cerrada y los rumores apuntando a un acuerdo muy probable entre Gresini y Marc Márquez, mientras que Honda aún no tenía un compañero para Joan Mir, se habló mucho sobre la posibilidad de que Di Giannantonio se uniera al gigante japonés, así como la posible incorporación y promoción de Fermín Aldeguer, y fue en esta etapa que “algo” cambió: en la pista fue posible ver a un DiGia más “ligero”, relajado y competitivo que nunca.
Fue cuarto clasificado en la carrera larga en Indonesia, después de ser sexto en la Sprint y luego en Phillip Island terminó en el podio por primera vez. Parecía casi una “resurrección” y un nuevo resplandor por parte del italiano, que literalmente estaba corriendo por un lugar en MotoGP, el único disponible: con el Repsol Honda Team.
El #49 en la pista continuó su camino, y después de dos novenos lugares – en Tailandia y Malasia – llegó la tan esperada victoria, en la polémica carrera en Losail, después del segundo lugar en la Sprint.
Curiosamente, en ese momento de la temporada se hablaba mucho sobre el cambio de interés de Honda, con Luca Marini prácticamente asegurado, él que antes había anunciado la renovación con el equipo Mooney VR46 Racing Team.
De hecho, la confirmación llegó después y Marini fue confirmado en Honda, con su ex equipo tratando, supuestamente, de contratar a Fermín Aldeguer para su lugar, pero las actuaciones de DiGia, junto con su experiencia en MotoGP y conocimiento de la moto, llevaron al equipo de Valentino Rossi a “atacar” a DiGia.
Aunque muchos dicen que esta contratación fue solo una oportunidad de mercado, un piloto libre, y que contratar a Aldeguer requeriría un gran esfuerzo financiero, lo cierto es que el (ahora) Pertamina Enduro VR46 Racing Team apostó por DiGia, un piloto que tuvo un final de 2023 de alto nivel y demostró ser merecedor de un lugar en la categoría reina.
La pregunta que surge ahora es, después de un “último sprint” para intentar conseguir un lugar en MotoGP, que finalmente logró, ¿qué puede hacer Di Giannantonio en 2024? ¿Podrá estar en la lucha entre los mejores, con menos presión y mostrar un poco de lo que hizo al final de la temporada anterior, o volverá el piloto a sentir la presión de estar, en teoría, entre los pilotos de Ducati menos “cotizados”?
O tempo o dirá, pero es seguro que después de la tormenta, como dice el refrán, viene la calma, y eso es exactamente lo que le sucedió a DiGia, quien tiene una nueva vida en 2024, al mando de una motocicleta que conoce bien y en un entorno que le será favorable en todos los aspectos.