Jorge Martín fue apenas el sexto piloto en 75 años de historia en ser campeón del mundo de motociclismo en la categoría reina sin estar en un equipo de fábrica – algo que nunca se había conseguido en la era MotoGP.
En 1978, Kenny Roberts Sr. fue el primero en ser campeón por un equipo independiente. El americano competía por Yamaha USA, que a pesar del nombre estaba separada del equipo oficial del constructor japonés (cuyos pilotos eran Johnnie Cecotto y Takazumi Katayama). Roberts Sr. continuó en Yamaha USA para el título de 1979, antes de llegar al equipo de fábrica en 1980 siendo también campeón.
Marco Lucchinelli fue campeón del mundo de 1981 por Nava Gallina Suzuki, equipo dirigido por Roberto Gallina, tal como ocurrió con Franco Uncini en 1982. Más tarde, en 1989, Eddie Lawson alcanzó el último de sus tres títulos, haciéndolo con el Team Rothmans/Kanemoto Honda. El fabricante japonés tenía a Rothmans Honda/HRC como equipo de fábrica.
En el último año de las 500cc, Valentino Rossi fue campeón del mundo en la clase máxima por primera vez, por Nastro Azzurro Honda… habiendo sido el mejor piloto del equipo de fábrica Álex Crivillé, en séptimo.
Ahora, Martín ha entrado en la historia como el sexto campeón del mundo de la categoría de élite por un equipo independiente, y primero en la era MotoGP. Prima Pramac disfrutó, sin embargo, de un fuerte apoyo de Ducati, incluyendo la versión más actualizada de la moto y el trabajo de varios ingenieros del constructor de Borgo Panigale.
Nada que quite prestigio al hecho de Martín: a pesar de que hay una mayor proximidad entre equipos de fábrica e independientes, la verdad es que el español fue el único, en más de 20 años, en conseguir aprovechar esa proximidad para luchar por el título dos años seguidos, y ser campeón en una de esas temporadas.