Axel Pons, antiguo piloto del Mundial de Moto2, cambió las pistas de alta velocidad por una vida de contemplación espiritual y, recientemente, se ha convertido en una figura improbable en Pakistán. El español, que compitió durante una década en el Campeonato del Mundo de Motociclismo, abandonó las carreras y comenzó una jornada radical: seis años caminando descalzo, impulsado por la búsqueda de propósito y conexión espiritual.
Pons, más conocido por su mejor resultado en carreras —un sexto lugar en el Gran Premio de Italia de Moto2 en 2016—, fue avistado por locales mientras caminaba por una carretera en Pakistán. En un vídeo compartido por el canal Pakistan Tourism en YouTube, el ex-piloto explica que decidió adoptar esta vida nómada y espiritual.
‘Liberar el peso acumulado a lo largo de la vida fue el primer paso. A partir de ese momento, todo lo que tenía sentido era caminar, acercándome al sol y buscando una unión con Alá o con Dios’, reveló.
En otro vídeo publicado en el canal Wahaj Ali.B, Pons describe su transformación ante una cámara, mientras interactúa con niños locales. Identificándose inicialmente como ‘Isa’ —un nombre con raíces islámicas que significa Jesús—, aclara después que su nombre de nacimiento es Axel.
Pons explicó que esa reflexión lo llevó a desacelerar progresivamente, hasta el punto de ahora apreciar la vida a paso lento: ‘Viví una vida muy rápida en las carreras. Pero, en determinado momento, comencé a cuestionarme: ¿cuál es el propósito de vivir de forma tan acelerada?’.
Axel Pons nació en Barcelona, España, pero subraya que ahora considera su origen espiritual: ‘Soy de Alá’, respondió cuando se le preguntó sobre su procedencia.
La decisión de caminar descalzo rumbo al Oriente fue, según él, una transición natural, no planificada. Para Pons, este viaje es más que físico: es un ejercicio de desapego y conexión con lo divino: ‘Caminar se ha convertido en nuestra forma de práctica espiritual’.
Pons también dijo que se sentía ‘atrapado’: ‘Dejé las motos, la agencia de modelos y a mi novia. Estaba atrapado’.
La transformación de Pons sorprende a quienes siguieron su carrera como piloto. Después de competir entre 2008 y 2017 y enfrentar los desafíos de un deporte que exige un ritmo frenético, encontró sentido en una vida de simplicidad y contemplación.