Después de dejar Suzuki, Davide Brivio se aventuró en la Fórmula 1, formando parte de Alpine como Director de Proyectos de Expansión de Carreras, y ahora, después de tres años, regresa al MotoGP con Trackhouse Racing, precisamente, un equipo con experiencia en campeonatos de cuatro ruedas, en NASCAR. Brivio analizó algunas diferencias entre las categorías y reveló que ‘en la Fórmula 1 corren empresas, en el MotoGP corren equipos’.
El Director del equipo americano, satélite de Aprilia, habló con MotoSprint sobre su tiempo fuera del MotoGP, pero asegura que sigue apasionado por el deporte: ‘Sin duda. Mucho, de lo contrario me quedaría en casa. En mi carrera, tomé muchos aviones, lo haría de buena gana otra vez. La pasión por mi trabajo sigue intacta, de hecho, la definiría como haber crecido y consolidado aún más. Si no fuera así, probablemente haría otra cosa’.
Luego, hizo una comparación curiosa sobre la forma en que las marcas de cada categoría se presentan en pista, en la diferencia en su competitividad en la F1 y MotoGP: ‘En la Fórmula 1 corren empresas, en el MotoGP corren equipos. Los vehículos de cuatro ruedas tienen enormes recursos económicos y humanos porque, lógicamente, el coche es más grande que un vehículo de dos ruedas. En el monoplaza trabajan muchas personas y casi todas las piezas se producen internamente, excepto los neumáticos, los frenos y poco más. Entre las unidades de potencia en configuración híbrida y las secciones aerodinámicas, nunca dejamos de intervenir’.
En la F1 también hay una gran inversión, desde varios frentes: ‘El juego requiere grandes recursos, un gran número de ingenieros, departamentos separados pero conectados entre sí. Si cuantificamos las diferencias, son grandes’.