Cuando pensamos en motos italianas, nombres como Ducati o MV Agusta son los primeros en venir a la mente. Sin embargo, Vyrus, una boutique de ingeniería ubicada en Rimini, ha venido a redefinir el concepto de exclusividad. Su más reciente creación, la Alyen 988, no es solo una moto: es una verdadera pieza de arte futurista que podría figurar perfectamente en una película de ciencia ficción.
Un motor con ADN Ducati
En el corazón de la Alyen late un motor Ducati 1299 Superquadro, con una potencia impresionante de 202 cv. Este motor fue producido en una tirada limitada de 20 unidades exclusivamente para este modelo y cumple con la exigente norma Euro 5 — un logro notable, considerando que el proyecto comenzó hace casi una década.
Ingeniería de excelencia
El motor se encuentra montado en un chasis Omega de magnesio, una obra maestra que combina ligereza y resistencia. Aunque el magnesio ha sido históricamente considerado frágil frente a los rayos UV y la humedad, los avances tecnológicos garantizan ahora su durabilidad «para toda la vida».
Diseño de vanguardia
El diseño de la Alyen comenzó como un boceto de Adrian Morton, el genio detrás de varios modelos icónicos de MV Agusta. Sin embargo, la versión final fue el resultado de una colaboración entre Morton, el fundador de Vyrus, Ascanio Rodorigo, y el diseñador japonés Yutaka Igarashi. Después de 57 iteraciones, lograron un modelo que es tan audaz en su apariencia como en su tecnología.
Dirección revolucionaria
Uno de los elementos más destacados de la Alyen es su sistema de dirección HWSS (Hydraulic Wired Steering System). Este sistema innovador utiliza cables de acero que conectan el manillar a los laterales de la rueda, operando a través de un fluido especial con nanopartículas. Este mecanismo proporciona una conducción que combina confort, seguridad y precisión.
Materiales de lujo
Cada componente de Alyen fue fabricado con materiales de alta calidad. El chasis, los brazos oscilantes, los pedales, la palanca de cambios y las suspensiones están todos construidos en magnesio. La carrocería está hecha de fibra de carbono, con capas orientadas para maximizar la resistencia donde es más necesario, siendo moldeada en un autoclave a 120 ºC para garantizar un acabado impecable.
Detalles únicos
El acabado exterior, con una textura que evoca madera pulida, no es solo una elección estética. Cada detalle fue concebido para combinar forma y función. Las llantas, desarrolladas en colaboración con ROTOBOX, están fabricadas con materiales compuestos de última generación. Los frenos Brembo, que pueden incluir discos de carbono-cerámica, y los neumáticos Pirelli Diablo Supercorsa SP V3 completan este conjunto excepcional.
Fuente: Todocircuito