Álex Márquez tuvo un domingo complicado en el Gran Premio de Tailandia, terminando en la décima posición tras una caída durante los procedimientos previos a la carrera. El piloto español asumió, sin rodeos, su fallo en la vuelta de reconocimiento.
‘Me equivoqué por completo, es tan simple como eso. Tengo que disculparme con el equipo porque fue un error enorme. No fue un error por falta de concentración o por estar distraído’, comenzó a decir el piloto de Gresini, antes de explicar lo que sucedió: ‘Quise experimentar una línea que hacía en el Warm Up, que era cortar un poco el bordillo en la curva 11, algo que era posible durante el warm up, pero me di cuenta de que había mucha más agua. Decidí probar de forma suave, pero el asfalto estaba como hielo y cuando me di cuenta ya estaba en el suelo’.
La frustración fue evidente cuando llegó a los boxes: ‘Debajo del casco no, pero luego cuando llegué a los boxes, porque allí solo pensaba en llegar y que la moto estuviera lista. Cuando entré y vi que no estaba, empecé a insultarme a mí mismo porque no había otra forma. O sea, no hace falta que me des en la cabeza, ya lo hice yo mismo’, reveló el más joven de los hermanos Márquez.
A pesar del contratiempo inicial, el piloto logró una recuperación notable, adoptando una estrategia prudente: ‘Intenté arrancar lo mejor posible, pero sin pasarme de la cabeza. Sé que en las primeras posiciones recuperas muy rápido, pero luego entras en el tren y me quedé ahí. Intenté luchar, las sensaciones eran maravillosas y no quería volver a equivocarme. Por eso me mantuve allí. Terminar en décimo, saliendo en último, no está mal, pero también hubo muchas caídas. Así que decidí terminar, llevar la moto a los boxes y tratar de no caer nuevamente’.