Zongshen ha patentado un complejo y curioso sistema de dirección trasera, montado en un scooter, que transformaría el vehículo terrestre en un verdadero anfibio imparable.
El concepto se basa en una modificación del sistema de dirección del vehículo, que deja de tener la dirección delantera tradicional y pasa a tener la dirección trasera. Esta solución permite que el conjunto de la suspensión trasera – y la rueda trasera – gire libremente para una conducción clásica en asfalto. Este sistema, en modo “agua”, giraría 90° para quedar transversal al eje longitudinal del scooter y funcionar como una verdadera hélice.
Inicialmente, Zongshen construyó el chasis del scooter sobre una estructura de acero con cuatro flotadores internos para asegurar la “navegación” del vehículo. Posteriormente, hizo que el eje trasero fuera móvil para permitir el desplazamiento tanto por agua como por tierra.
Para la propulsión en el agua, la rueda trasera se convierte en hélice, un requisito que requiere una suspensión que permita esta movilidad particular sin comprometer la dinámica de conducción en carretera. La tracción, tanto para la conducción en el agua como en tierra, es gestionada por un motor eléctrico situado encima de la suspensión trasera.
Por el momento, no tenemos más información sobre la aplicación práctica de este vehículo y también es difícil imaginar un uso concreto para el mismo, especialmente debido a su potencia muy baja.