A lo largo de su carrera, Marc Márquez se ha destacado claramente en dos circuitos en particular: Sachsenring (GP de Alemania) y el Circuito de las Américas, que este fin de semana acoge el GP de las Américas.
El actual piloto de Gresini Racing debutó en MotoGP en 2013, año en el que Austin también se incluyó en el calendario. En ese momento, logró su primera victoria en la categoría reina.
A partir de entonces, Márquez siempre terminó en primer lugar en el GP de las Américas hasta 2018, logrando siempre la pole position. En 2019, sufrió su primera derrota: partió desde la pole position y lideraba la carrera cómodamente cuando se cayó.
Después de la pandemia, regresó a Texas en 2021 y, una vez más, Márquez fue el ganador, a pesar de seguir lidiando con las secuelas de las lesiones en su brazo derecho. En 2022, un problema en la salida lo obligó a realizar una carrera de recuperación, pero aún así logró terminar en sexto lugar.
En la última temporada, Márquez no pudo competir en el GP de las Américas debido a una lesión. Ahora regresa dos años después, con la esperanza de continuar con las buenas actuaciones mostradas en Qatar y Portugal.
Como candidato a los primeros puestos, el hexacampeón de la clase reina cuenta con una competitiva Ducati Desmosedici GP23 de Gresini a su disposición. Y el equipo italiano ya sabe lo que es ganar en Austin, habiendo visto a Enea Bastianini lograrlo en 2022.
¿Podrá Márquez lograr lo mismo y regresar al escalón más alto del podio en Austin? En teoría, tiene las habilidades y posibilidades de hacerlo. En la práctica, las respuestas comenzarán a conocerse el viernes con los entrenamientos.