Después de 39 vueltas realizadas en la prueba de MotoGP en Misano durante el día de ayer, Pol Espargaró terminó el día con el tiempo 17º y tuvo como principal objetivo ganar confianza, en un proceso largo y prolongado después de muchos meses fuera.
El español de 32 años, que solo rodó durante la sesión de la mañana donde fue 12º, habló así sobre su enfoque durante la sesión: ‘Intentamos volver a la base, pilotar sin muchas adiciones o alteraciones, para que pudiera volver a un ritmo adecuado sin la presión de tener que hacer una vuelta rápida para ir a la Q2 o cualquier otra cosa’.
En su regreso a la competición el pasado mes de agosto, Espargaró sigue buscando su mejor nivel, tanto psicológico como físico: ‘Desde mi regreso, hemos hecho algunos ajustes para ayudarme a tener un mejor rendimiento porque no me sentía al 100% físicamente, así que hoy eliminamos todo eso para que pudiera volver a la moto con la que había empezado a trabajar antes de mi lesión. Me sentí muy bien, rodé, presioné, intenté probar los límites de la moto’.
Por lo tanto, en su trabajo no dedicó tiempo a probar nada nuevo, sino a volver a la “base”: ‘Hoy no probé ninguna pieza nueva, nos concentramos en volver a mis raíces y estamos llegando allí, así que estoy satisfecho con el trabajo que hicimos durante la mañana’.