Aleix Espargaró tuvo un intenso duelo ayer con Marc Márquez en el GP de Tailandia pero, al mirar la lucha entre ambos, no vio nada extraordinario o altamente agresivo, aunque admite que fue una guerra al límite.
Después de la carrera, el español habló sobre el duelo en pista con su compatriota: ‘Al límite, fue una lucha al límite. No me divertí hoy luchando, intenté ser agresivo, ganar la posición e ir hacia adelante porque pensaba que tenía velocidad para luchar por el podio y perdí mucho terreno durante esa lucha. No fue nada del otro mundo, es parte del juego y espero que la gente se haya divertido con esta lucha’.
En su opinión, la lucha fue un poco más agresiva de lo que normalmente le gusta, aunque estuvo dentro de lo aceptable: ‘Hubo demasiado contacto, para mí, pero está bien, si es para jugar, jugamos. Saben cómo piloto y no me gustan los toques, conocen mi opinión, pero si tiene que haber algún toque, podemos divertirnos, jugar un poco y la gente disfrutó, lo cual es bueno, pero perdí algo de tiempo’.
Y concluyó: ‘Pero hoy creo que yo y mi moto no fuimos competitivos para luchar por el podio’.